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REAL MADRID

A mucho rival, poco Madrid

No ha ganado los dos partidos más complicados del curso, ante Atlético y Athletic. El año pasado solo venció en tres de doce encuentros ante los equipos europeos.

Ramos se lamenta del empate ante el Athletic.
Ramos se lamenta del empate ante el Athletic.LLUIS GENEAFP
ASTV

El Real Madrid ha visto frenadas sus buenas sensaciones en el campeonato nacional liguero al empatar ante el Athletic de Bilbao en San Mamés. Los nueve puntos conseguidos hasta el momento se habían sumado de forma brillante, con fútbol, pegada e ilusión. Sin embargo, nuevo duelo de altura y nuevo traspiés del equipo de Lopetegui.

Ya son dos enfrentamientos de categoría en lo que va de temporada: en la Supercopa de Europa ante el Atlético de Madrid y en el siempre difícil San Mamés. En ninguno de los dos el conjunto blanco ha estado a su mejor nivel. 

En Tallín, los pocos entrenamientos que sumaba el grupo en conjunto justificaban el bajón físico en la segunda mitad y, sobre todo, en la prórroga. Aún así, el Atlético se encontraba en una posición relativamente similar y le duró el fuelle en la recta final del duelo. Los blancos se vieron algo desbordados por el despliegue táctico del 'Cholo' Simeone y cedieron el primer título de la temporada.

Desde entonces, con Benzema y Bale a la cabeza y con un fútbol colectivo sobresaliente, el Madrid sumaba pleno de triunfos y ya nadie se acordaba de un Cristiano Ronaldo que acaba de estrenarse en tierras italianas. Si bien es cierto que el rendimiento no ofrecía dudas, dos de las victorias llegaban en el Bernabéu ante Getafe y Leganés y, la otra, tras dar un recital en Montilivi. En otras palabras, puntos trabajados, pero, en definitiva, esperados.

Los jugadores reconocen las dificultades

En San Mamés se han vuelto a ver síntomas de flaqueza. Lo han reconocido los propios jugadores, que han hecho autocrítica por el rendimiento en la primera mitad. "El partido requería tener posesiones largas, mover al Athletic de un lado a otro y que apareciesen los espacios. Al final lo hemos encontrado, pero nos ha faltado precisión en el último pase", admitía Isco comparando los primeros 45 minutos con el segundo tiempo.

Ramos también valoró los errores futbolísticos en el primer tiempo: "Nos faltaba apoyo, mover más la pelota, con más rapidez, meter balones entre líneas". Incluso Julen Lopetegui"Hemos tenido demasiada precipitación, hemos cometido errores. En la segunda hemos jugado con más calma. En la primera no hemos terminado de leerlo bien".

Una 2017/18 para olvidar

El fútbol de Lopetegui, en primera instancia, dista del mostrado por el Madrid de Zidane. Sin embargo, a modo de comparativa y debido a la plantilla prácticamente idéntica, cabe señalar que el rendimiento de los blancos en los partidos exigentes en LaLiga 17/18 fue, desde luego, catastrófico.

De los doce encuentros disputados ante los equipos que se clasificaron para Europa, el Madrid solo sumó tres triunfos: en Mestalla (1-4), en el Villamarín (3-5) y ante el Sevilla en casa (5-0). Se sacaron dos empates en el derbi ante el Atlético (0-0 en el Metropolitano, 1-1 en el Bernabéu) y otro punto en el Camp Nou (2-2).

También como local frente al Valencia (2-2) y en el Estadio de la Céramica, con resultado idéntico. Más derrotas que triunfos; no se puntuó en el Bernabéu ni contra el Betis (0-1), ni frente al Villarreal (0-1). Tampoco en el Pizjuán (3-2). Ni en la caída más dolorosa: 0-3 en el Clásico. 

Calendario exigente

Ahora, el Madrid afronta un Tourmalet, que puede hacer rememorar sensaciones de la pasada campaña o, por el contrario, confirmar que el fútbol exhibido en los tres primeros choques del torneo doméstico no ha sido fruto de la casualidad.

El Bernabéu acogerá al Roma el miércoles. Un semifinalista de Champions, quizás de forma anecdótica, es un examen parcial a la altura del de La Catedral. El Espanyol, el sábado, una prueba en la que no se debería fallar. Más temario entrará en el Pizjuán, en la jornada intersemanal.

El examen final medirá al Real Madrid con su verdugo en la Supercopa: el Atlético. Unas semanas de tregua, aún con visita a Moscú incluida, previas al definitivo duelo en el Clásico del 27 de octubre. Hasta entonces, algo más de un mes con batallas en la cumbre, en tierras hostiles como Nervión y con visitantes dispuestos a clavar su bandera en el Santiago Bernabéu.