CHAMPIONS FEMENINA | MANCHESTER CITY
El Manchester City, preparado para poder luchar por el título
El equipo inglés se ha quedado dos cursos en las semifinales. Nadim, Wullaert, Wein, Beckie y Hemp son las apuestas de este año.
EI Manchester City creó su sección femenina en 1988, pero no ha sido hasta hace una década cuando realmente ha apostado por ella. Con Nick Cushing al mando desde 2014 tras una reestructuración, el City ha alcanzado sus mejores registros: subcampeón de Liga y dos veces semifinalista de Champions. Esta temporada quieren superar esa barrera y levantarse de la decepción del pasado año que se dejó por el camino el título liguero tras un espectacular inicio.
El conjunto inglés se ha reforzado a conciencia para dar ese salto que le falta. El pasado curso empezó como un tiro, invicto y con ocho victorias en nueve partidos. Pero se desinfló y acabó perdiendo la FA WLS. En la Champions, ha conseguido meterse en semifinales en las dos últimas ediciones y ambas con el mismo desenlace: el Olympique de Lyon (después el que alzó ambos trofeos) le dejó sin final. Eso sí, esta es su tercera participación tras quedar subcampeón de liga el pasado curso. Así que esta temporada el conjunto de Manchester ha apostado fuerte para dar ese paso definitivo en el torneo doméstico y en el continental.
Para ello, ha traído ocho caras nuevas y ha mantenido el bloque con jugadoras importantes que, además, son la base de Inglaterra, como la veterana portera Karen Bardsley, habitual con la selección, la capitana y central Stephanie Houghton, 66 veces internacional, la centrocampista Jill Scott, con 79 internacionalidades, y Nick Parris, 49 veces. A estas se suma la calidad que ha llegado en el último año. La delantera danesa Nadia Nadim ha llegado para poner dinamita arriba junto a la belga Tessa Wullaert, la escocesa Caroline Wein y la canadiense Janine Beckie. Además, ha fichado a la sensación inglesa del Mundial Sub-20, Lauren Hemp, a la joven Frances Stenson, de 17 años, y a la veterana inglesa Gemma Bonner. Un equipo con alternativas y las ideas claras. Nick Cushing ha armado un bloque fuerte con un claro 4-3-3 y una gran intensidad desde el inicio. Presión alta para robar arriba y matar los partidos.