La metamorfosis de Karim Benzema: de gato a pantera

Benzema ha empezado la temporada con una agilidad goleadora (cinco tantos en cuatro partidos oficiales) y hasta física poco habitual en sus veranos. La temporada pasada llevaba un gol a estas alturas. La anterior a esa, ninguno...

El delantero parece otro. Quizá la explicación, marcha de Cristiano aparte, esté en su silueta. Benzema provocó más de un quebradero de cabeza al Madrid durante estos nueve años por su tendencia al sobrepeso. Eso ha cambiado. El 16 de julio, el inicio de la primera pretemporada sin su amigo Zidane y ahora con Lopetegui, se presentó en Valdebebas muy cerca de su peso ideal, los 80 kilos (aunque su ficha oficial en la web del club le sitúa en 81,2 kg). Hizo alarde de ello en sus vacaciones. En Miami surtió su Instagram de fotos marcando abdominales, el famoso sixpack.

Lejos queda su encontronazo con Mourinho al inicio de la 2010-11 (la imagen superior izquierda es de ese periodo) por sus problemas con la báscula. Hasta Blanc le dio un toque (“Le reprochamos tener tres kilos de más, eso le penaliza”, dijo el técnico de Les Bleus). En febrero de 2015 aumentó el control de su estado físico con un chaleco de electroestimulación, pero en 2017 recayó y también alertó a Zizou. “He perdido cinco kilos”, confesó Benzema tras el 1-2 en Múnich de abril de aquel año, tras redoblar sus visitas al gimnasio y hacer más caso a los nutricionistas. Óscar Caro, el preparador físico de Lopetegui, se ha encontrado un Karim fino desde el día uno.