Brasil
Richarlison: "Vendía golosinas y helados para ayudar a mi familia"
Fue titular y marcó dos goles con Brasil ante El Salvador. A los 21 años, el fichaje más caro de la historia del Everton habló con As sobre sus inicios difíciles y su llegada a la canarinha.
Richalison es una de las sensaciones de la Premier League en este inicio de la temporada.
Fichaje más caro de la historia del Everton, el delantero brasileño de 21 años marcó tres goles en sus primeros tres partido, fue convocado por Tite y marcó un doblete en la victoria de Brasil ante El Salvador el pasado martes.
La joven estrella del equipo de Liverpool habló con As sobre su meteórica ascensión y sobre su infancia pobre y los inicios complicados que casi le han obligado a abandonar el fútbol en Brasil.
AS: Usted es el fichaje más caro de la historia del Everton con 45M€, uno de los goleadores de la Premier y ahora internacional con Brasil... Todo eso con tan sólo 21 años. ¡Vaya inicio de temporada!
Richarlison: Lo veo todavía como un poco surrealista todo. Estoy realizando un sueño que tenía desde chico. Siempre quise jugar en la Premier y ahora mirar hacia la tabla de goleadores y ver mi nombre ahí arriba es algo que tengo que acostumbrarme, la verdad (se ríe).
En dos años usted pasó de la Segunda brasileña a uno de los clubes más tradicionales de Inglaterra…
Y eso que sólo hablas del fútbol profesional. En la cantera fue todo incluso más rápido. Sólo jugué 11 partidos en la cantera antes de ascender al primer equipo. Hice dos goles en mis dos primeros partidos como profesional y el resto es historia. Son cosas que no consigo explicar. Creo que es trabajo duro, perseverancia, fe y mucha fuerza mental para superar los obstáculos.
¿Es verdad que estuvo a punto de dejar el fútbol por no pasar las pruebas de acceso de muchos clubes?
Sí. No me llegan los dedos de las dos manos para contar el número de clubes que me han rechazado. Estuve a punto de dejar el fútbol, pero levanté la cabeza y me fui a Belo Horizonte sólo con el dinero del billete de ida para la última prueba que tenía, en el América MG. Si no pasaba, no tenía dinero para volver a casa, en Espíritu Santo, a 600 kilómetros de ahí. Di la vida aquella mañana y aprobé. Si hubiera desistido después del primer no, no hubiera llegado donde estoy.
¿Qué recuerdos y lecciones lleva con usted de la infancia pobre y los tiempos de dificultad?
La situación de mi familia. Tuve que vivir en la casa de mi tío porque quedaba más cerca de donde entrenaba y no tenía dinero para el autobús. Vendía golosinas y helados en la calle y trabajaba en el campo para ayudar a mis padres. No podía hacerlo de otra forma, porque todos estaban haciendo de todo para que yo pudiera realizar mi sueño de ser futbolista. He aprendido que uno necesita tener paciencia, persistencia y fe en las personas para alcanzar sus objetivos.
¿Tenía algún ídolo de infancia?
Mis ídolos eran mi padre y mi tío, que jugaban en la regional y eran muy buenos. Mi padre era más pasador, tenía mucha visión del campo y mi tío era un gran finalizador. Aprendí mucho con ellos, son mis ídolos en el campo y en la vida.
¿Y si hablamos de un futbolista profesional?
Ronaldo, el Fenómeno. Es un fuera de serie y merece el apodo que tiene. El otro día tuve el placer de conocerle y fue una gran emoción. Tengo un ritual que hago siempre en el autobús de camino a los partidos. Cojo la tablet y pongo vídeos de sus goles para ir calentando.
¿Cómo fue la adaptación a Inglaterra?
Fue tranquila, pero hay cosas uno siente. El frio, la distancia de la familia y los amigos. Pero puse toda mi atención en el trabajo para superar las dificultades. Estoy haciendo clases de inglés y ya entiendo bastante, la dificultad es hablar. Pero con el tiempo lo arreglaré.
Usted empezó muy bien la temporada pasada pero tuvo un final irregular. ¿Qué pasó?
Fue un año de mucho aprendizaje. Pesó mucho el físico. Llevaba un año y medio sin vacaciones cuando llegué a Inglaterra el verano de 2017 y no pasé por la pretemporada del Watford porque estaba con la Brasil Sub-20. Fueron dos años y medio sin parar y en algún momento el cuerpo pasa factura. Este año he descansado, hecho toda la pretemporada y con eso creo que puedo estar al mismo nivel durante todo el año.
Javi Gracia lamentó mucho su marcha. ¿Cómo era su relación con él?
Fue muy buena. Es un entrenador excelente. Llegó en un momento de mucha turbulencia, a mitad del año, pero acabó ayudándonos a terminar la temporada en una posición honrada en la Premier.
¿Cómo ve al Watford líder?
Muy feliz, principalmente porque ahí dejé muchos amigos. Fue el equipo que me trajo a Inglaterra y me dio una oportunidad por la que estaré siempre agradecido. El club y la afición siempre me han tratado con mucho cariño, es algo que nunca me olvidaré.
Del América al Fluminense. Del Fluminense al Watford. Del Warford al Everton. Del Everton para… ¿Real Madrid o Barcelona?
Así me dejas en una situación complicada… (se ríe). Son dos gigantes, el sueño de cualquier jugador. Pero acabo de llegar al Everton, estoy muy feliz. Y al final el próximo paso dependerá mucho de lo que haga aquí. Entonces espero hacer muchas cosas buenas en Everton, conquistar algo relevante y retribuir la confianza del club y de la afición. Esta es mi gran motivación ahora mismo.
¿Cómo se siente uno al llegar a la selección brasileña?
Estaba en casa jugando a videojuegos cuando Edu Gaspar (director de selecciones brasileño) me llamó. Fue una sensación maravillosa que espero vuelva a repetirse muchas veces.
¿Qué esperar de Richarlison en 2018-19?
Espero hacer una gran temporada, seguir ayudando al Everton y conquistar mi espacio definitivamente en la selección brasileña. Estos son mis objetivos. Claro que con el tiempo todo puede cambiar. El listón puede subir y los pasos pueden ser más grandes y ambiciosos. Así que es necesario mucho trabajo y mantener la concentración para que eso suceda. Y ojalá suceda.