El fútbol es quizá la más importante de las cosas menos importantes pero en Sevilla, con el derbi, habría que reformular esa teoría (sigue el partido en directo en As.com). Es la semana antes y los meses de después, el cachondeítodel bar, de la escuela, de las oficinas que se reabren mañana lunes tras las vacaciones de agosto. Un duelo distinto que contagia hasta a aquellos que nacieron a cientos o miles de kilómetros. Lo vive ya con muchísima pasión un chicarrón del Norte como Quique Setién, hombre que planeó el día de Reyes de este 2018 la sonada goleada (3-5) verdiblanca en Nervión. Lo comienza a notar en sus venas Pablo Machín, que ayer hasta hablaba ya de “sangre roja”.
Con un ideario futbolísticodiscordante (fútbol más directo el del soriano y de tiqui-taca el cántabro), Machín y Setién comparten ahora cierta identidad común, la de la defensa con tres centrales. Necesita mucho la victoria el Betis, que lleva desde 2006 sin vencer en casa al eterno rival y no anotó gol en estas dos jornadas. No parece que su técnico vaya a experimentar. Por encima de otro misterio está saber si entrará o no el capitán Joaquín, que acaba de salir de una lesión.
Mismo suspense existe en el Sevilla con la inclusión del extremo holandés Promes, que aterrizó en el Sánchez Pizjuán el jueves, justo para confirmar el pase a la Europa League. Hay sospechas sobre la planificación veraniega nervionense, pero el delantero portugués André Silva ya es fijo, Aleix Vidal apunta al carril izquierdo y el francés Gonalons quizá refuerce el mediocampo.