NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

ESPANYOL

El Espanyol arma el cubo de Rubi a buen ritmo para LaLiga

En cuatro partidos se ha vislumbrado el ideario del técnico: del juego asociativo a la salida de balón pasando por el papel de los laterales y la intensidad.

Actualizado a
El Espanyol arma el cubo de Rubi a buen ritmo para LaLiga
Gorka LeizaDIARIO AS

Estilo asociativo. Es la principal seña de identidad del Espanyol de Rubi, la que más destacará para quien se siente a ver un partido de los pericos tras dos temporadas acostumbrado al libreto defensivo y de contraataque tras robo de Quique Sánchez Flores. El equipo quiere ser ahora protagonista, como se vio en la acción del 0-1 en Turf Moor. Ya demostró que era capaz de ello en las últimas jornadas de LaLiga pasada, con David Gallego, y tratará de corroborarlo después de seis semanas (ya van cuatro) de preparación.

Juego por dentro. A falta de poder contar con un mayor número de extremos puros en la plantilla, la mayor parte de los minutos en los primeros partidos de Rubi se ha visto a un Espanyol que iba acumulando a jugadores por dentro, ya fueran interiores, los propios extremos a pie cambiado, mediocentros o mediapuntas. Una consigna que facilita ese estilo combinativo y que se ha empleado indistintamente fuera con un 4-4-2, un 4-3-3 e incluso un 4-1-4-1, como en Burnley.

Laterales profundos. Todo está conectado, y ese juego por dentro casa a la perfección con la llegada desde atrás de laterales largos, casi convertidos en carrileros en la primera fase de la pretemporada. Así se entiende, por ejemplo, que Aarón primero y Dídac después hayan llegado a línea de remate más veces este verano prácticamente que en todo un año. Este aspecto, sin embargo, probablemente quedará restringido cuando comience la LaLiga, pues conlleva un desgaste terrible para los laterales y desajustes peligrosos en el repliegue, sobre todo ante rivales más poderosos.

Presión alta y llegada de segunda línea. En esa misma línea, aún con desajustes y cierto riesgo en caso de que el adversario supere esa primera línea, está la presión alta que imprime el Espanyol en muchos tramos. Al acumular tantos jugadores, por el contrario, en caso de robo es más fácil que llegue al área cualquier jugador, por eso el gol no está limitado a los delanteros puros.

Salida de balón. Aunque lo que más se ha ensayado en lo que va de pretemporada son los mecanismos defensivos, al equipo aún le falla la salida con el balón jugado. Así ha llegado más de un gol en contra, en parte por esos laterales altos que tardan en bajar y, por tanto, no sirven de apoyos. Para compensarlo, cuando la salida no es limpia al primer intento, normalmente baja a recibir también uno de los mediocampistas, el que ejerce de pivote.

Ritmo alto. Es muy importante en este Espanyol la preparación física. Ya era el equipo que más corría de LaLiga, pero ahora tratará de hacerlo con mayor criterio. Y explosividad cuando sea necesario. La idea no es tener picos de forma, sino aguantar toda la temporada. Y empezar el campeonato al máximo.

Balón parado. Otro de los caballos de batalla de Rubi y de su cuerpo técnico son las acciones de estrategia, tanto a favor como especialmente rivales, que también han deparado algún disgusto. Es una herencia del pasado inmediato (del curso anterior, ya que en el primer año de Quique se dieron mejor), especialmente los centros laterales o las segundas jugadas tras rechace.