Cincinnati, un ascendido a la MLS al estilo ‘yankee’
Se premió más la afluencia y la inversión que los resultados. El ascenso, anunciado como unos Juegos, lo celebraron en Fountain Square.
El pasado 29 de mayo, cuando el comisionado de la Major League Soccer (MLS), Don Garber, anunció el ascenso del FC Cincinnati a la máxima competición de los Estados Unidos, los aficionados de la capital de Ohio se echaron a la calle. A abarrotar Fountain Square. Un hito histórico que llegó al inicio de la United Soccer League (USL), el torneo en el que aún está inmerso el rival del Espanyol esta próxima madrugada (01:00, hora peninsular española, Esport3 y Bein LaLiga), por lo que el mérito claramente no era deportivo.
En un país asociado al sueño americano, unido en el imaginario (Hollywood ha contribuido decisivamente a esa idea) a la meritocracia y la cultura del esfuerzo, los ascensos no siempre se logran siendo campeón. Y eso que podía ser cuestión de tiempo, puesto que el Cincinnati es el líder destacado de la conferencia Este de la USL, con 44 puntos después de 21 jornadas, nueve por encima del segundo clasificado. Pero no. El ascenso se produjo del mismo modo que se conoce, por ejemplo, la asignación de la ciudad que albergará unos Juegos Olímpicos.
Es como si el presidente de LaLiga, Javier Tebas, comunicara tras la vigésima jornada de Segunda que uno de los equipos de la zona alta disputarán la próxima temporada en Primera.
Si el mérito no es deportivo, ¿a qué se debe este histórico ascenso del FC Cincinnati? Se podría asegurar casi que es un espejo del ‘way of life’ americano. La MLS valoró que el Nippert Stadium, donde jugará el Espanyol, es uno de los que más espectadores congrega en su categoría (un promedio de 21.000) y que el club de Ohio arrastra a una multitud: 32.250 se dieron cita en la semifinal de la US Open Cup que jugaron el curso pasado. Además, se trata de un ascenso exprés, ya que el Cincinnati apenas lleva tres temporadas en la USL aunque, eso sí, en las dos anteriores alcanzaron ya los playoffs.
Hay otro motivo, aún más técnico, y es que se encuentra inmersa la entidad en la construcción de un estadio de última tecnología, cuya inauguración está prevista para 2021 y que sustituirá a un Nippert cuyo césped artificial preocupa al Espanyol, y de una ciudad deportiva. Todo en la localidad de Milford.
Pero los hinchas del Cincinnati lo siguen celebrando como un hito. Y lo es. Así se plantea el amistoso ante los pericos, con actividades al descanso tipo Superbowl (aunque mucho más humildes) y sesión de autógrafos tras el partido. Y con primeras medidas para la MLS: el miércoles renovaron a su técnico, Alan Koch, hasta 2020.
El Valencia se impuso por 0-2 en dos años
El del Espanyol será el tercer compromiso del FC Cincinnati ante un rival europeo en apenas dos años. El Nippert Stadium albergó en 2016 el amistoso contra el Crystal Palace, que ganó 0-2, y cuyo entrenador, Alan Pardew (quien hace unos meses visitaba la Ciudad Deportiva del Espanyol), comparó el ambiente, con más de 35.000 espectadores, con una final de la FA Cup. El 24 de julio de 2017, fue el turno del Valencia, que congregó a 23.114 aficionados y que también derrotó al Cincinnati por 0-2: marcaron Nando y Zaza para los de Marcelino.