Adán debuta a lo Oblak
Se lució en la tanda de penaltis parando tres y metiendo el definitivo. En la primera parte el esloveno dejó paradas. Rodrigo, todo buenas sensaciones.
El Atleti subió el telón a la pretemporada 2018-19 con un empate en la Champions de verano y buenos detalles. Le faltaban muchos, le faltará ya siempre Gabi, pero Oblak es como si no se hubiera ido de vacaciones y Rodrigo como si no lo hubiera hecho nunca. Los dos se llevaron los halagos de un partido que acabó en penaltis y fue como volver a los años 50 para el espectador en España. De pronto, en lo más interesante, la tanda, la tele se fue a negro (o más bien a otro partido). Quedaba el relato de la radio, de los enviados especiales, algún tuit. Todos hablaron de un héroe: Adán.
Mucho antes, en el inicio, el Arsenal tomaría el control ante una defensa rojiblanca de oportunidades. Porque Cholo tiró de veteranía, Juanfran, con brazalete, dos canteranos (Moya y Montero) y un tercero que jugaba fuera de sitio, Olabe, medio, ayer lateral izquierdo. Nelson, Aubameyang y Lacazette llenaban de surcos la hierba en el ir y venir buscándoles. Dominio vacuo. Su final siempre era el mismo, Oblak.
Lacazette, anoche, volvería a soñar con sus guantes, como en la Europa League. Lo intentó por la derecha, tras robar a Moya, y nada, parada. Al rato por la izquierda, y lo mismo: Oblak con el cuerpo. La vida sigue igual bajo sus palos. Sostenido en su portero, Simeone le fue colando un reloj en el dominio a Emery. “Gabi” le llamaron por error, la costumbre, dos veces, en la tele. Pero no. Ese 14 ya es de otro. Ese 14 ahora se llama Rodrigo y parecía Gabi y Tiago en un mismo jugador. Pedía el balón, lo distribuía y ordenaba, siempre en su sitio, con precisión suiza, como si fuera fácil.
Fue estirándose el Atleti con transiciones rápidas, galopadas interesantes de Gameiro y chispazos de Correa. El goleador, sin embargo, sería Vietto. Lo haría tras la tercera parada de Oblak a Lacazette. Sería un cabezazo, a la red y a sus propios fantasmas. El Atleti se iba a la caseta ganando a su estilo, al estilo Francia, con un 34% de posesión.
La segunda parte comenzaba con el debut de Adán y un revés: un minuto después recogía el balón de su red. Lo había hecho imparable Smith-Rowe al atrapar un rebote (de Rodrigo, único fallo), conducir al área y enviarlo con la derecha a la escuadra tras sentar dos defensas. Simeone perdía la voz por primera vez en la 2018-19. Dos jugadas después, Gameiro llegaba a línea de fondo y dejaba el balón para que Vietto sólo empujara. Lo lanzó a un defensa y su rechace, Joaquín a las nubes. Quedaba inaugurado el acoso del Atleti: cinco remates en dos minutos. Desde dentro, desde fuera del área, con tiros de Thomas, Rodrigo y Gameiro; ninguno dentro.
En el 62’ Emery cambió a todos y, en el 73’, el Cholo para que el descaro de Mollejo bajara el telón al partido. Decidirían los penaltis. Esos que nadie veía en España. La tele ya en un Juve-Bayern, aquí la radio, la llamada a Singapur. “Correa al palo... Adán parada... Gol de Rodrigo... Marca el Arsenal”, relataba entre silencio y silencio. “Para Adán... Falla Garcés, no Mollejo... ¡Otra de Adán!”. Silencio. “Espera, ¡que Adán tira el último!”. Y marca. “Goool”. 3-1. Dos puntos en la tabla de esta International Champions para un Atleti que, otra vez más, demuestra que si algo tiene son porteros. Y un gran 14.
