Wass: “En un sistema 4-4-2 tengo que tener ojos en la espalda”
El danés Daniel Wass concede su primera entrevista como futbolista del Valencia a AS. Lo hace con tono pausado, una ambición que contagia e ilusión por jugar la Champions.
¿Cuál es su primer recuerdo relacionado con el fútbol?
Pues lo primero que recuerdo es jugando de niño, empezaría con cuatro años. Mi primer equipo fue el Avarta (club de un barrio de Copenhague). Después llegué al Brondby. ¿Cómo me ficharon? Allí nos conocemos prácticamente todos y un día me llamó un entrenador y fui con otros compañeros. Con 17 años debutó en Primera (de la mano de Tom Kohler).
¿Qué entrenador le ha influido más?
He tenido técnicos muy buenos. Pero los mejores consejos me los ha dado siempre mi padre, que también fue mi entrenador de niño. A mi hermano, que también es futbolista, y a mí, mi padre nos ha dado buenas lecciones.
¿Cómo es la formación del futbolista en Dinamarca?
Allí el fútbol es más físico. Pero es por una cuestión lógica. Hace mucho frío; los campos no están perfectos… nieva muchos días… no es un fútbol técnico.
Pero usted destaca más por lo técnico que por lo físico.
Dinamarca en un país pequeño, pero también salen buenos futbolistas (ríe). En mi país nos gusta el manejo del balón. Pero una cosa es lo que queremos hacer y otra lo que se puede y allí los campos no permiten muchas cosas.
Por lo que comenta, ¿le vino bien recalar en Francia?
Antes fui a Portugal, aunque no me fue muy bien. Es la etapa más extraña de mi carrera. Quizás no debería haber ido. Estuve dos meses y no jugué nada. Luego me cedieron al Evian. Y allí sí.
¿Fue en Evian donde pasó de lateral a mediocentro?
Así es. A mí me fichó el Benfica como lateral, que es de lo que jugaba en Dinamarca. Pero en Francia primero pasé a extremo, después a ‘10’ y a ‘8’.
¿Pero usted de niño en qué posición jugaba?
En banda derecha. Unos partidos de lateral y otros de extremo. Pero siempre en banda. Fue en Evian donde empecé a jugar por el centro, y me encanta. Aquella etapa estuvo bien. Era feliz, porque tenía 22 años y jugaba casi todos los partidos. Estaba con otros compatriotas como Poulsen, el que estuvo en el Sevilla.
¿Y el golpe de balón en las faltas de dónde le viene?
En Evian también. Digamos que empecé a probar diferentes formas de golpe en el Bronbdy. Pero era como más de broma. Nos quedábamos unos cuantos tras cada entrenamiento. Pero en Francia empecé a trabajar más en serio. Cada día me quedaba tras los entrenamientos con un portero danés que jugaba con nosotros y le disparaba 20 o 25 veces seguidas.
Llegado a los 29 años, ¿hay algo en lo que quiera mejorar?
En todo. Soy competitivo. Me gusta mejorar. Pero lo primero es amoldarme al Valencia. Es diferente al Celta.
¿Por qué es diferente?
Es diferente en cuanto a sistema. No es lo mismo un 4-3-3 que un 4-4-2. En el Celta yo jugaba de ‘8’ y tenía un ‘10’ por delante y un ‘6’ por detrás. Siempre tenía un pivote en mi espalda. Aquí no lo tienes. Tienes que estar pendiente de avanzar y tener ojos en la espalda.
¿Qué le llamó del Valencia?
El Valencia es un gran club y para un danés es un orgullo jugar en este equipo. Se nota en infinidad de detalles. Y lógicamente la Champions es un sueño para cualquiera. Disfruté muchísimo con el Celta de una semifinal de Europa League y ahí empecé a tener hambre por jugar cada año Europa... y la Champions
¿Y qué se ha encontrado?
Un grupo muy fuerte, competitivo, que tiene grandes objetivos. Me gusta.
