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LEGANÉS | PELLEGRINO

"¿Garitano? No quiero olvidar la historia, sino usarla de impulso"

Pellegrino dice haberse encontrado un Leganés "cercano". Del mercado admite la dificultad del mercado español: "Tenemos que apostar por el extranjero porque aquí es muy difícil".

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"¿Garitano? No quiero olvidar la historia, sino usarla de impulso"
JUAN AGUADODIARIO AS

A Mauricio Pellegrino, el nuevo entrenador del Leganés, se le pierde frecuentemente la mirada observando la nada. Le cuesta por momentos posar sus ojos en el interlocutor. Sobre todo, al principio, cuando no conoce al que está al otro lado del diálogo. Dicen los suyos que este espigado excentral del Barça, Valencia o Liverpool, entre otros, es un tímido empedernido. Sus gestos lo confirman.

De lenguaje corporal franco y sincero, no es hasta la mitad del diálogo que se le empieza a notar relajado. Entonces sí, posa sus ojos castaños en quién le pregunta y empieza a soltarse con movimientos distendidos. La lengua también se relaja. Habla, habla y habla. A Pellegrino le encanta hablar. Se explaya en cada respuesta y la argumenta hasta el último recoveco con un verbo preciso y por momentos, muy directo.

Recién aterrizado en Butarque (sólo lleva siete días en Madrid) evalúa el presente sin olvidar el pasado (Garitano), pero moviéndose sólo en términos de futuro (crecer). Dice haberse encontrado un club cercano con el que ha firmado sólo por un año porque firmar más no le sirvió de nada en el Southampton. Con una plantilla a medio construir, la ambición llena cada una de sus reflexiones y también su deseo por potenciar un equipo al que, atendiendo a sus intenciones, aún le queda por fichar algún jugador de campanillas de aquí a final de verano. Futbolistas que vendrán, presumiblemente, del extranjero. "Se nos hace muy difícil fichar en el mercado español".

Lleva una semana en Leganés, ¿sensaciones?

Muy buenas. Nos gustan las facilidades que tenemos. Nos gusta contar con el grueso del año anterior. Probablemente se pueda mejorar. Con el mercado, nunca se sabe, pero hay ilusión.

¿Qué se ha encontrado?

Todo es muy humano. Puedes encontrar solución rápida a las cosas. En seguida tienes una respuesta a todo. Hay mucho contacto. Relación cercana. También respeto de los jugadores.

Cuente, cuente.

El recibimiento ha sido muy bueno. Aunque al principio hay que cogerlo con pinzas. Todo el mundo quiere demostrar cosas, pero no hay alineaciones, no hay jugadores que no van convocados… bueno… no es la naturaleza de la competición.

Parece que usted se fija mucho en el jugador.

Para mí la sensación más linda es sacar el jugo a tus jugadores. Obviamente, los resultados lo son todo. Pero también que crezcan. También que yo crezca y aprender con ellos. Siempre te estás formando. Tienes que hacerlo para darles lo mejor. Por eso es difícil.

Ese es un discurso parecido al de los valores del Leganés.

Para mí es importante tener los pies sobre la tierra. Y los valores del Leganés son esos: la humildad, el trabajo, el respeto... Aquí se siente que hay gente sencilla que maneja el club y tiene un pasado en él. Eso tiene un valor elevado.

Garitano representaba también esos valores. ¿Le cansa tanta comparación?

Hay que conocer la historia para agarrar las mejores cosas del pasado, agradecer a esa gente del pasado, pero yo no quiero hacer olvidar a nadie. Yo quiero usar la historia como impulso. Pero una cosa no quita la otra. Yo soy un entrenador diferente. Hoy la vida continúa.

¿Pensó hablar con Asier al llegar?

Me lo he planteado. Hace un par de año hablamos de jugadores. Me parece una persona muy sencilla, un hombre de fútbol. Un trabajador. Se merece ese reconocimiento.

También habrá comparativa constante con su Alavés.

No creo en esas cosas ni entreno con eso. Los clubes tienen sus momentos. Hoy, año 2018, este Leganés no tiene nada que ver con el del año pasado ni con otros equipos. Por suerte, la historia en el fútbol es irrepetible

Ha firmado sólo un año. ¿Por qué?

Las conversaciones siempre fueron de dos-tres años. Al final tanto el club como nosotros nos sentimos más cómodos con un año. Los contratos sirven más para romperse que para estrechar lazos. Yo acabo de venir del Southampton tras firmar tres años y no me valió de nada.

¿Qué importancia da a su staff?

El cuerpo técnico lo es todo para un entrenador. Sobre todo con Carlos y Xavi, los chicos con los que trabajo desde el primer día que fui entrenador. Me conocen más. Llevan el grueso del trabajo. Al preparador físico lo conozco de mi época como jugador en el Valencia. A Joseba Ituarte, preparador de porteros, no lo conocía personalmente, pero tengo buenas referencias por Txema Indias [director deportivo].

Se le nota contento con ellos.

Pero no sólo con ellos. Con los editores, los fisios, los médicos… Esto es un gran equipo que está detrás del equipo. Me lo ponen todo más fácil. Hacen que yo sea mejor. El gran paso que pude dar en mi evolución como persona fue aprender a delegar en quien tienes al lado.

En los entrenos se implica mucho y a veces participa casi como un jugador.

Yo así lo entiendo. Trato de dar todo lo que tengo. Hago lo que me salen naturalmente. Al final creo que en mi caso trato de transmitir lo que siento.

¿Y qué siente? ¿Disfruta?

Sin duda, sin duda. Mi profesión para mí es algo inmenso. En mi época de jugador siempre miré a mis entrenadores con mucha admiración. Mis entrenadores han modificado mis rasgos de conducta. Me han hecho ser una persona mejor. Siempre tuve admiración hacia ellos. Siempre quise ser como ellos.

¿Lo ha conseguido?

Trato de pensar en el lugar de mis jugadores. Haber sido jugador te ayuda, pero tienes que formarte constantemente. Los chicos cada vez saben más, los vestuarios son más complejos... Hoy tenemos en el nuestro seis-siete nacionalidades con diferentes culturas, religiones y entendimientos del entrenamiento… A nivel humano, es un reto. Donde más podemos aprender.

¿Qué le falta a su plantilla?

Hay dos posiciones sensibles. Una es el lateral derecho. Si viene Juanfran va a ser un jugador importante para nosotros. La otra es la del extremo izquierdo. Szymanowski está lesionado. Ahí hay varias cosas abiertas.

Queda margen.

Sí, aún hay tiempo. Faltan muchos días. Hay que tener paciencia. Lo que tenemos claro es que no vamos a traer a nadie si no estamos convencidos de que nos va a ayudar.

También habrá gente que deberá salir de la plantilla actual.

Sin duda. Hay muchos chicos que deberán buscar su oportunidad. Algunos porque son extracomunitarios y estamos abiertas negociaciones con algunos extracomunitarios. Además de Szymanowski tenemos dos fichas más para extranjeros. Se nos hace muy difícil fichar gente del mercado español, por eso tenemos que apostar por el extranjero. También el club quiere apostar por jugadores en propiedad, para que no tengamos que salir cada año a buscar 10 jugadores que es una tarea abismal".

En las salidas se teme por Rico y Gabriel. ¿Habló ya con ellos?

No, no. Con los jugadores no hablo de ese tema. Sí con el club. Ellos tienen una cláusula y el club debe defenderla.

Usted querrá que sigan.

Sin duda. Quiero que los mejores continúen.

¿La portería es también posición sensible?

No es algo que hemos tocado. Cuéllar tiene un año de contrato. Jon también tiene contrato. Pero estamos abiertos al mercado. Por ahora tenemos que trabajar con la gente que está acá y que ha dado buen rendimiento.

¿Está contento con la búsqueda de fichajes?

Sí, porque la dirección deportiva está todo el día trabajando. El mercado es muy salvaje. Dependemos de terceras partes, sobre todo de los clubes o agentes que no nos lo hacen sencillo por el tema económico.

El retorno de Szymanowski será casi un fichaje más.

Hablé con él. Le dije que tuviera paciencia. El miércoles estuvo en Barcelona viendo a los doctores que lo operaron. Alex es un chico explosivo y con una lesión muscular, tras una cirugía, a veces a uno le vienen vaivenes emocionales en función de las sensaciones. Es normal. Tiene que tener calma.

¿Seguirá de capitán?

Ya vamos a ponernos a trabajar en eso, que está por decidir. Aún no lo hemos elegido, pero es algo que se da naturalmente. El liderazgo es algo que se tiene, no que se otorga.

Y que se transmite al público.

Al público nosotros tenemos que lanzarles estímulos para que se enganchen. Después se genera una sinergia. Creo mucho en la energía. Cuando un aficionado le mete un grito de aliento a un jugador, eso se recibe. El hincha, a su vez, se identifica con el esfuerzo. Y si ve esa ambición dentro del campo se enciende.

Hablando de estadio, le va a tocar estrenar un Butarque 2.0.

Sí. Hoy he estado con Carlos, mi ayudante, por las obras para ver cómo evolucionan. Me da ilusión que el club esté invirtiendo en mejorar: zona VIP, área para familiares, accesos… que se pueda invertir. Cada año en Primera va a ser oxígeno para la entidad.