La Agencia Tributaria italiana, aliada de la Juve por Cristiano
Gracias a una nueva norma, el portugués pagaría apenas 100.000 euros para todas las rentas producidas en el extranjero.Chievo Verona - Juventus en vivo: el debut de Cristiano en directo
Si Cristiano Ronaldo eligió a la Juventus fue por distintas razones, todas entendibles. Considera su periplo madridista agotado y ve en el equipo de Turín, al que siempre admiró, un nuevo reto en su carrera: triunfar en Italia, tras haberlo hecho en Inglaterra y España sería la manera perfecta para cerrar su carrera, y además los bianconeri sufren una verdadera maldición con la Champions League que, al romperse justo con su llegada, pondría su nombre aún más en la historia del deporte rey.
En Italia, no obstante, recuerdan que hay otro gran motivo para empujar al crack portugués a la Serie A: el ‘fisco’, la Agencia Tributaria italiana. En la última Ley de Estabilidad del Bel Paese, existe una norma para atraer a inversores extranjeros, quizás los muchos huyendo de Londres tras el Brexit, que también puede favorecer, y mucho, a las estrellas del deporte. Si un contribuyente que llega a Italia, y no ha vivido allí en al menos nueve de los últimos 10 años, puede obtener un impuesto sustitutivo de ‘apenas’ 100.000 euros para todas las rentas producidas en el extranjero, incluyendo inmuebles y contratos de patrocinio. La disposición, obviamente, no comprende las rentas producidas en Italia como, por ejemplo, el sueldo que la Juve le pagaría a Cristiano, pero sí valdría para todos los contratos que el crack firmó con empresas de todo el mundo.
‘El fisco aliado de la Juventus’, comenta hoy el Corriere dello Sport, que subraya como la norma también es aplicable a los familiares del contribuyente. Una situación totalmente distinta a la que Cristiano vivió en España, donde está a la espera de que la nueva ministra de Hacienda, María Jesús Montero, firme el visto bueno al pacto de conformidad cerrado por su abogado con el abogado del Estado: el jugador aceptó la comisión de cuatro delitos fiscales, pagar 18,8 millones de euros por el fraude y una pena de dos años de cárcel, que no conlleva ingreso en prisión. En Italia, en cambio, todo sería bastante más sencillo.