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MUNDIAL 2018

Aún hay 7 españoles en Rusia

Bob Martínez, Seba y Bergara lucen en Bélgica; Granero, en Rusia. Mateu Lahoz ha pitado dos encuentros y un asistente de VAR ha participado en cuatro.

Roberto Martínez.
Roberto Martínez.Getty Images
MEDIASET

El Mundial se acabó para España con el penalti que Akinfeev le detuvo a Iago Aspas el pasado domingo en el Luznikhi, pero no para siete españoles, que continúan en el torneo, cuatro de ellos con la esperanza de conquistar el título. El más notable, Roberto Martínez, catalán de Balaguer (Lleida), con una carrera larga en Inglaterra, y que desde hace dos años dirige a Bélgica. Con él trabajan Jesús Seba, como ojeador, e Iñaki Bergara, como entrenador de porteros. De Almería es Paulino Granero, preparador físico del CSKA y también, desde hace casi cuatro años, de la selección rusa. Completan la delegación el colegiado Mateu Lahoz y sus dos líneas, Pau Cebrián y Roberto Díaz. Este ejerce también como asistente de VAR.

Bélgica cayó en cuartos de la Eurocopa de 2016 al perder con Gales (3-1) y la Federación decidió buscarle un relevo a Marc Wilmots. Recibió cien cartas de intenciones, estudió el currículum de 40 técnicos y acabó contratando a Roberto Martínez, al que el Everton había despedido en la penúltima jornada de la liga anterior. En la decisión pesó su gran conocimiento del fútbol inglés, territorio en el que habitan las grandes figuras del fútbol belga. Once de los 23 de la lista para Rusia proceden de la Premier.

Roberto Martínez pasó del Balaguer a las categorías inferiores del Zaragoza a los 16 años. A los 20 jugó sus únicos 35 minutos en Primera, en el Calderón, ante el Atlético. Víctor Fernández tiró de cantera para reservar a los titulares ante la inminencia de la final de Copa de su equipo ante el Madrid en Mestalla.

Intuyó que no habría hueco para él en La Romareda y, con dos canteranos más, Seba e Isidro Díaz (The Three Amigos, se autodenominó el grupo), fichó por el Wigan en 1995. No volvería a España. Tras pasar por Motherwell, Walsall y Chester, acabó retirándose en el Swansea galés, que le dio su primera oportunidad en el banquillo. Allí fichó a seis españoles. Después tomó al Wigan, en el que pasó cuatro años. El final fue contradictorio: conquistó la Copa, ganándole la final al City de Mancini, y descendió. El Everton, que había perdido a David Moyes, contratado por el Manchester United, le dio una oportunidad. ‘Bob’ Martínez pasó allí tres años. Y tras su despido le llegó la oportunidad de Bélgica.

Derrota frente a España

Su debut coincidió con el de Lopetegui en España. Aquella noche, La Roja pasó por encima de los belgas (0-2). “Vi mucho dolor en la gente por aquello y entonces me di cuenta de que no me había equivocado. Quería ir a un sitio donde perder importara”. Se instaló a 15 kilómetros de la ciudad deportiva de la federación, aprendió francés y flamenco y no volvió a perder: 18 victorias y cinco empates desde entonces, con Bélgica tercera del ránking FIFA.

Cuando aún entrenaba al Swansea llamó a Iñaki Bergara, un exportero de la cantera de Lezama once años mayor que él que también jugó en Alavés, Murcia, Real Sociedad y Logroñés. “Llegué para un par de semanas, pero desde el principio vi que esto iba a ir bien”, confesaría después. Acompañaría a Roberto Martínez en el Wigan, el Everton y ahora también está en la selección como entrenador de porteros. Se reparte el trabajo con otro conocido del fútbol español, Erwin Lemmens, exportero belga que jugó en Racing de Santander y Espanyol.

Con Seba ha pasado media vida. Coincidieron en la cantera del Zaragoza. Allí Seba iba más deprisa que él. Debutó con 18 años y causó sensación en sus primeros partidos. Luego fue apagándose su figura. Sólo un año estuvieron juntos en el Wigan. Luego Seba completó una carrera larga y modesta: Chaves, Belenenses, Orihuela, Palencia, Andorra, Oliver... Fue ojeador en España del Wigan y del Everton para Roberto Martínez. En 2016 fichó como director deportivo del Mirandés y el 12 de junio Bélgica le contrató para labores de scouting.

Paulino Granero, preparador físico de Rusia, se formó en El Ejido y Antonio Tapia le llevó a Málaga y Betis. Juande Ramos le recomendó para el CSKA, club que le había despedido. Y Capello consiguió que le permitieran compaginar su trabajo con la selección rusa. “En cierto modo llegué aquí por el éxito de aquella Selección española en el Mundial de 2010. Ahora me duele haber eliminado a jugadores que hicieron historia”.

Finalmente, el árbitro valenciano Mateu Lahoz ha pitado ya dos partidos de la fase de grupos (Dinamarca-Australia e Islandia-Croacia). También ha sido cuarto colegiado en otros dos partidos (Croacia-Nigeria y Brasil-México) y está designado como tal para el Suecia-Inglaterra del sábado. Su ayudante Roberto Díaz ha sido asistente de VAR en cuatro partidos.