Optimismo entre los rusos: “España no es la de 2008”
Prensa, vendedores, comerciantes y obreros confían en un triunfo. Se esperan 82.000 hinchas el domingo en el Luzhniki, casi todos locales.
Amanece pronto en Rusia, casi no hay horas de noche en esta época y además la selección local se ha colado entre los 16 mejores del mundo. El ambiente de fútbol es bueno. Y más lo será según se acerque el Rusia-España, el partido más importante para los rusos en muchos años. El enfrentamiento de octavos ante La Roja no ha sentado mal. Entre verse con España o hacerlo con la Portugal de Cristiano, la diferencia era mínima.
El Sport Express, el diario deportivo más leído del país, lo destacó: “Marruecos demostró que los españoles también son vulnerables. No tienen nada que ver con el equipo de 2008, que nos derrotó dos veces”. La portada del Sovietski Sport también era elocuente: “No pasarán”, titularon en un perfecto castellano. Igual que cualquiera que viera el partido, la prensa rusa destacó a Isco e Iniesta por encima del resto de españoles.
Por las calles de las principales ciudades la sensación de que la sorpresa es posible también existe. Rusia maravilló en los dos primeros partidos con un ritmo de juego altísimo. Todo lo contrario que España. “Igual no querían cruzarse con nosotros en octavos”, dijo un analista en el canal Match!. Los rusos se han dado cuenta de que jugando en casa, y además en el Luzhniki, todo es posible. “Que nadie olvide que es nuestro estadio, donde jugamos siempre”, recordó el seleccionador Cherchesov tras caer ante Uruguay.
En los partidos anteriores, Rusia ha abarrotado las gradas de Moscú, San Petersburgo y Samara. En el Luzhniki logró reunir a 82.000 personas en el partido inaugural. Esos mismos habrá ante España, con mayoría aplastante de hinchas locales. Se calcula que pueda haber como máximo 2.000 españoles.
En la otra gran ciudad del país, San Petersburgo, las esperanzas de poder eliminar a España también son altas. Se comprueba en el mercado de abastos de Kuznechny, en pleno centro, el más emblemático de la ciudad. Entre puestos de fruta, pescado y verdura, los vendedores locales analizan lo que puede ser un partido histórico para ellos. “¡Ganará Rusia 2-0!”, cuenta uno. La mayoría son venidos de Azerbaiyán y Tayikistán, con trabajos temporales o jornaleros.
En los pequeños comercios también posan felices los dependientes ante la cercanía de un partido tan importante. Hasta en la obra se siente que hay una cita ineludible a la vuelta de la esquina. “¡Iniesta!”, dicen algunos obreros cuando se les pregunta por el jugador al que más temen.
En la peluquería de Alexander han puesto una televisión para ver todos los partidos mientras cortan el pelo y la barba a los clientes. “No pensábamos que Rusia llegaría tan lejos. España es superior, debería ganar, pero quizá demos otra vez la sorpresa”, cuenta. Es la grandeza del Mundial, que cruzará a Rusia con España, un encuentro que estimula a todo el país anfitrión, desde Putin hasta el último vendedor de frutas de San Petersburgo...
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