El secreto que tras la chilena más famosa del Leganés
Se cumplen cuatro años del gol de chilena de Carlos Álvarez con el que el Lega subió a Segunda. Antes del tanto, Garitano pensó en suplirlo y el equipo sólo trataba de perder tiempo.
Un saque de banda. Todo comenzó en un saque de banda. Inocente. Simple. Pero terminó en un vuelo sin motor histórico. Un escorzo soñado para el retorno soñado. La chilena del ascenso. El gol que en Leganés creyeron de sus vidas hasta que Pablo Insua se inventó casi veinticuatro meses después el cabezazo que elevaría a los pepineros a Primera. Para muchos, sin embargo, el verdadero gol del ascenso fue aquel otro. El que marcó Carlos Álvarez en Hospitalet. El que justo tal día como hoy, un 22 de junio de 2014, devolvía al club a Segunda División tras una década de penar en Segunda B.
El Guaje (así se conoce a Carlos por su origen asturiano) catapultó al Lega al fútbol profesional con un gesto técnico de esos que se reservan los genios en las grandes fechas. Una chilena completamente de espaldas a la portería que lo convirtió en leyenda al sur de Madrid. Su nombre todavía se corea en los partidos. Su foto aún se eleva en el fondo de animación. Hasta la clave del Wifi en Butarque es un tributo a su figura. Y eso que la historia pudo ser bien distinta.
"Creo que voy a quitar al Guaje"
La desvela el libro 'Memorias del Lega', una suerte de biblia pepinera prologada por Maldini y escrita por los periodistas Daniel Abanda y David Aguilera. El libro revela que en aquel partido en el que el Leganés retornó a Segunda (acabó 1-1 tras el 1-0 para el Lega en la ida) Asier Garitano estaba meditando en quitar a Carlos Álvarez.
El asedio del Hospitalet a la meta que defendía Dani Barrio hizo que el técnico ahora de la Real Sociedad pensara en que suplir a su delantero y meter un centrocampista más al descanso. Fue entonces cuando se produjo el saque de banda que precedió al gol.
La pérdida de tiempo de Postigo
Un saque, por cierto, en el que su autor, Sergio Postigo (entonces capitán del Lega y ahora en el Levante) trató de perder el máximo tiempo posible. Con 0-0 a cero, en el minuto 44, la idea del defensa madrileño era cualquiera menos generar demasiado riesgo. Él sólo quería que el tiempo pasase rápido.
Famoso en Butarque por sus desplazamientos en largo en estas jugadas, el central (en aquel duelo lateral derecho) la metió al corazón del área donde Fer Ruiz la peinó. Canario, del Hospitalet, despejó hacia atrás hasta ese limbo en el que, flotando, Carlos Álvarez se inventó la chilena que metió al Leganés en Segunda. Un gol para la historia que nació de un saque de banda. Inocente. Simple. Eterno.