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ALMERÍA B

Batalla rompe los guiones del fútbol metiendo en el descuento

El tanto, en la misma portería que metió Aranzubía en 2011 con el Dépor, sirve para clasificar al Almería B para la última ronda de ascenso a Segunda B

El portero de la Ud Almeria B ,Albert Batalla.
Carlos Barba

"Es un solo. Está condenado a mirar el partido de lejos. Sin moverse de la meta aguarda a solas, entre los tres palos, su fusilamiento (...). Él no hace goles. Está allí para impedir que se hagan. El gol, fiesta del fútbol: el goleador hace alegrías y el guardameta, el aguafiestas, las deshace", escribe Eduardo Galeano en 'El fútbol a sol y sombra'. La obra es una referencia en cualquier biblioteca, pero Albert Batalla (Balaguer, Barcelona, 1998) tumbó ayer las letras del escritor montevidiano en el Estadio de los Juegos Mediterráneos.

Corría el minuto 93 de la vuelta de la segunda eliminatoria entre el Almería B y el Arandina y el conjunto rojiblanco necesitaba un gol para deshacer el 2-2 (0-0) en la ida. El colegiado señala saque de esquina a favor de los almerienses. "Mis compañeros estaban diciéndome de subir y desde el banquillo que no [por el riesgo de contra]. Volví a insistir porque me estaban insistiendo mis compañeros, ya no quedaba mucho tiempo más. Me intenté poner por ahí y pasó lo que pasó", explica a AS el portero del Almería B.

Lo que pasó es que el balón se quedó muerto tras el saque de esquina, Albert Batalla remató en segunda jugada y Marchante Flores señaló el final del encuentro, clasificándose el Almería B para la última ronda de ascenso. Eso sí, el guion merecía que ayer hubiese sido la última. Curiosamente fue en la misma portería en la que Aranzubía le dio un punto al Dépor rematando otro córner, en el 92'. Corría la jornada 24 del ejercicio 10-11 de Primera División y el Almería iba ganando 1-0, con gol de Piatti. En el tiempo añadido el meta de Logroño se convirtió en protagonista del día con este testarazo que silenció el Mediterráneo, un Mediterráneo que ayer rebosaba de alegría.

No fue protagonista del día porque Nadal es mucho Nadal, pero sí que salió en los informativos nacionales y en las portadas de los periódicos digitales. "Lo llevo con humildad. Fue un día muy feliz, pero ya pasa y hay que estar pensando en la última eliminatoria y en mis exámenes. Es algo efímero que dura un día. Es una tontería esa fama", responde Albert Batalla, que cursa primero de ADE. "El gol de Aranzubía lo he visto por la tele porque ese año aún yo no estaba en el Almería. Es difícil y bonito que un portero meta un gol", apunta el arquero del filial unionista, que ya acumula cuatro temporadas en la cantera de la UDA.

El anuncio de una bebida refrescante se preguntaba qué se siente un portero al marcar un gol. El meta del Almería B responde: "Una explosión de felicidad y, sobre todo, por pasar de ronda. Es el primer gol de mi carrera y creo que el primero de pocos o de ninguno más [risas]". Para hacer más épica la historia, el 0-1 del Arandina rebotó en él antes de entrar dentro de las mallas. "Hay un uno contra uno, el disparo visitante le da a Javi Pérez, que intenta despejar. Yo se la pido, hay un malentendido, le da a él, me da a mí y entra hacia dentro. Puede que haga más épico el 3-2, pero no tiene nada que ver. No influye en nada quien meta el gol", comenta al respecto.

A la cuestión de si sube por subir o convencido de hacer el gol, Batalla cree que tenía sus opciones en alguna segunda jugada, como así fue. "Yo subo con la intención de estar ahí teniendo claro que rematar de cabeza es difícil con los bichos que tenemos arriba [los dos goles previos del cuadro almeriense fueron de cabeza, obra de Soufian]. Era difícil que rematase yo. Pensé que podía hacer alguna segunda jugada en la que poder meterla yo", responde.

Sobre las quejas de jugadores y cuerpo técnico del Arandina, que se lamentan de que no fue saque de esquina, no se moja. "Yo estaba de lejos. El árbitro pita y no sé nada más. A partir de ahí no sé nada más", dice, pensando ya en la última eliminatoria que resta para ascender a Segunda División B.

Hace nueve días el primer equipo no dependía de sí mismo para lograr la permanencia en Segunda y el 'B' tenía que enfrentarse a uno de los rivales más fuertes de Tercera, uno de los huesos duros de roer de la categoría. Dos papeletas salvadas. "Al final sale todo bien. Nosotros estábamos confiados al cien por cien de que el primer equipo se iba a salvar. Trabajamos con ellos y sabíamos que lo iban a sacar. Conocemos al míster [Fran Fernández estuvo hasta finales de abril con el Almería B] y sabíamos que todo iba a salir bien. Estábamos concentrados al cien por cien en nuestro partido. Sufrimos, pero se sacó y a ver si se puede lograr el ascenso", responde un Albert Batalla que vivió una semana perfecta al cumplir veinte primaveras y al anotar el gol de su vida.