El Nàstic seguirá una temporada más en Segunda División. El conjunto grana superó gracias a su eficacia y al buen fútbol a un Rayo que pese a la derrota se proclamó campeón de la categoría e hizo historia. Los tantos de Álvaro Vázquez y Manu Barreiro evitaron que la parroquia tarraconense sufriera en exceso y vibrara con su equipo en un final feliz de curso.
La afición tarraconense no falló, abarrotó el Nou Estadi, y ello empujó a un Nàstic autoritario y que llevó una marcha que el Rayo. El conjunto grana no acusó la presión y, si la tuvo, se la sacudió de encima en el minuto 12. El tanto de Álvaro Vázquez, de cabeza tras el centro de Kakabadze, fue balsámico y los de Gordillo empezaron a volar. No dispuso de grandes ocasiones de gol, tampoco el Rayo, y en la segunda que tuvo, Manu Barreiro firmó un golazo. Kakabadze dio su segunda asistencia del partido y el delantero marcó de chilena. El 2-0 levantó de sus asientos a la hinchada y desató la euforia. Ya en la segunda mitad, el ritmo cayó en picado. El Rayo no encontró a Javi Guerra, la entrada de Manucho tampoco dio mucha presencia en el área de Dimitrievski y la autoexpulsión de Chori Domínguez fue definitiva. Vio su segunda amarilla del partido en el 68’ por protestar de más al colegiado en el servicio de un córner.
En los últimos minutos, el Nàstic supo contemporizar a la perfección el encuentro con largas posesiones de balón y Uche pudo poner la guinda con el 3-0, pero falló en el mano a mano. No fue importante porque el trabajo ya estaba hecho y los tarraconenses no sufrieron en una última jornada excelente para sus intereses: acaban la Liga con 52 puntos y salvados, lo que supondrá la renovación de Gordillo. Y si sonrió el Nàstic, también lo hizo un Rayo campeón y de Primera.