Los bandazos del jeque Abdullah Al Thani bloquean al Málaga
El señor Abdullah Bin Nasser Al Thani sigue destrozando al equipo desde la levitación el misticismo y el Twitter. El equipo, en Segunda, sigue sumergido en la infefinición de un propietario horroroso.
Detenida la operación Muñiz. Abdullah Al Thani, desafortunado propietario e ineficaz presidente del Málaga, bloqueó el fichaje de Lucas Alcaraz acordado por Mario Husillos, todavía director deportivo. Antonio Benítez, consejero consultivo, le planteó la conveniencia de que Juan Ramón Muñiz ejerciera como entrenador y director deportivo para diseñar un proyecto de operación retorno. El influenciable y caprichoso ‘sheikh fichador’ puso cara complaciente. O eso parecía. Pero como no decía ni pío y el club estaba parado, Joaquín Jofre, el jurista, se cogió un avión y se plantó en Qatar en busca de avances. En vano.
Muñiz tenía plan. El asturiano se puso manos a la obra. Ya tenía un coordinado equipo de trabajo. Segundo entrenador, preparador físico, otro para porteros y un secretario técnicos para ocuparse se peinar el mercado. Acuerdo por dos años. El diseño del nuevo Málaga estaba solo a falta de que el dueño diera su luz verde. Pero claro. Algún tuitero se quejó y el inepto Al Thani le hizo caso. Nuevo volantazo. Muñiz sería solo entrenador. ¿Y a quién mete el jeque de director deportivo? ¿Al fenómeno de la colina que le colocó a Rolón?
Y lo del Twitter. Una cuenta de Twitter llamada ‘Ser de Málaga’ publicitó las intenciones de Al Thani cuando le interrogó, por privado, qué pasaba con Muñiz. Queda claro los pasos del Málaga de Al Thani no los marca el sentido común sino la redes sociales.
Husillos, está pero no está. Nadie puede negar que a Mario Armando Husillos le han salido de pena los fichajes de invierno. Fracaso en toda en regla. Pero nadie puede dudar de su honestidad y de que es una persona de club. Sigue siendo director deportivo. Pero como si no lo fuera.
El reloj de arena. La irresponsabilidad del ‘sheikh fichador’ para con el Málaga es de libro. Primero echa a Husillos por fichar a Rescaldani y promociona a Arnau, posteriormente defenestrado tras perpetrar la planificación veraniega de la plantilla del bochornoso descenso. Recupera a Husillos que deja el Olympiakos, le hace contrato por tres años, le humilla via Twitter (por supuesto, siempre el Twitter) porque a sus contados palmeros genuflexos no les gusta Lucas Alcaraz... El reloj de arena se vacía. Husillos no ha dejado de ser director deportivo. Se limita a figurar. Solo eso.
Afición desencantada y pasota. ¿Y cómo está la masa social del Málaga? Pues se lo pueden imaginar. Harta de estar harta. La semana pasada se convocó una manifestación para pedir la marcha de Al Thani. Solo acudieron 300 personas incluidos periodistas. En 2009 cuando el Betis descendió a Segunda se juntaron ¡60.000! para pedir la salida de su entonces máximo accionista Manuel Ruiz de Lopera. Nada. Hoy sábado, mientras el Málaga sigue siendo víctima de la gestión tuitera de un presidente horroroso, la ciudad está nerviosa porque el Real Madrid juega la final de la Champions contra el Liverpool.
Sin estructuras. El Málaga no tiene entrenador. Ni director deportivo (como si no lo hubiera en estos momentos) . Ni director de marketing. Ni director general. El acuerdo con Marathonbet (el sponsor que se anuncia en la camiseta) expira. Un presidente ausente y solo rodeado de ‘abduladores.'
Y lo de Luis Hernández. Quedan muchas cosas de qué hablar sobre este caos de equipo auspiciado y fomentado por el ‘sheikh fichador’ y sus palmeros genuflexos. Solo un detalle. Hemos leído que Luis Hernández se deja querer por el Celta. Pregunta. ¿Qué pasa con su renovación hasta 2021 con cláusula de 15 kilos? Continuará...
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