Zidane y sus 12 magníficos
El francés y 12 de sus jugadores tienen en Kiev la posibilidad de levantar su cuarta Champions en cinco años. Son los fijos de un equipo de leyenda.
Zidane y 12 de sus jugadores han aterrizado en Ucrania citados con la historia. Su buen hacer les ha puesto en la antesala de algo gordísimo: su cuarta Champions en cinco años. Todos ellos, con mayor o menor responsabilidad en esos éxitos, han recorrido cada estación hacia la gloria desde 2014: Lisboa-Milán-Cardiff-Kiev.
Ramos y Cristiano, los líderes
Son Sergio Ramos y Cristiano Ronaldo quienes mejor representan ese feeling tan Madrid con la Champions: pasara lo que pasara, siempre han estado ahí, al pie del cañón. Ramos se quedó con la foto de la Décima, en la que se ve al fondo un reloj marcando el 92:48, repitió diana en San Siro, donde ya fue capitán, como en el Millennium Stadium. Cristiano, mientras, sembró de goles y récords el camino hacia cada final. En la de Portugal marcó y lució figura, en la de Milán acertó en el penalti defensivo y en la de Gales (doblete) desesperó a la Juventus.
Marcelo e Isco, la fantasía
Casi tan importante como ellos ha resultado Marcelo, cuya suplencia en 2014 estuvo a un suspiro de costarle una herida sin solución al Madrid; de la mano de Isco, su entrada en la segunda parte lo cambió todo. Desde aquello ha sido indiscutible, algo irregular en defensa, pero siempre decisivo en ataque, en esta edición incluso marcándole a PSG, Juventus y Bayern. La irregularidad puede definir la trayectoria de Isco, superior pero con algún incómodo bache. Ha ido entrando y saliendo de las alineaciones, aunque su magia siempre ha permanecido. La temporada pasada remató una enorme primavera con la titularidad en Cardiff, aprovechando los problemas físicos de Bale. Aquello le subió definitivamente de categoría, al punto de que apunta al once también en Kiev.
Casemiro, el hombre Champions
Casemiro es sinónimo de Champions, una competición que parece que el Madrid no puede no ganar si está él. Levantó la Décima, dejando para el recuerdo el incendio que apagó en la vuelta de semifinales ante el Dortmund, se fue y el Madrid se quedó en semifinales, volvió y los blancos han enlazado dos Champions con opción a una tercera, un récord con el brasileño como muro imprescindible.
Modric, la batuta
Su fichaje se produjo entre ciertas reticencias, pero su criterio ha dictado el fútbol del Madrid desde que llegó. Sin su sello, adornado con algún gol como el de los octavos en Old Trafford que él mismo consideró el más importante de su carrera, no se entienden las tres últimas Champions madridistas.
Varane, la progresión
Sin hacer ruido, alternando titularidades y suplencias por la jerarquía de Pepe y sus problemas físicos, Varane acabó rompiendo en central de relumbrón. Por una lesión de Pepe salió de inicio en Lisboa y por una propia no pudo estar en Milán. La noche de Cardiff, nuevamente sin acaparar focos, terminó de consagrarse.
Carvajal, Nacho y Lucas, la cantera; Zidane, de secundario a protagonista
Tres canteranos lucen en esta selecta nómina. Carvajal regresó de su cesión en Alemania con la Champions bajo el brazo y, desde aquella conquista, nadie le ha movido del lateral derecho a la hora de la verdad. Nacho es el mejor ejemplo de lo importante de ser paciente: tuvo 242 minutos en la Champions de 2014; en esta, pese a las lesiones, lleva 540. El papel de Lucas Vázquez el año de Lisboa fue mínimo: entrenó con el primer equipo y entró en dos convocatorias, pero no llegó a jugar; sin embargo, tras hacerse en el Espanyol, dejó un malabarismo y disparo histórico en la tanda de Milán y se recuperó del mazazo de la grada de Cardiff siendo candidato al once del Estadio Olímpico de Kiev. Zidane, quien decidirá su participación y la del resto, también ha progresado tremendamente a lo largo de estas temporadas: pasó de ser el segundo de Ancelotti en la Décima a resucitar al Madrid hasta conseguir la Undécima y la Duodécima.
Bale y Benzema, los socios de Cristiano
Inamovibles de los onces hasta esta temporada, le han brindado a Cristiano la cobertura necesaria para que el Madrid celebrase sus mejores noches europeas. Del trío se recuerda, sobre todo, la noche de Múnich en la que vapulearon al Bayern de Guardiola con un incontestable 0-4; del galés, el tanto que decantó la Décima y el centro que provocó el pase a la final de la Undécima; del francés, el tanto al Bayern en la antesala del citado 0-4, la obra de arte del Calderón en las semifinales de la Duodécima o el doblete salvador en la vuelta de las semifinales de esta edición.
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