El Deportivo y una caída a Segunda de principio a fin
La caída del club coruñés no ha sido casualidad y sí un camino de numerosos errores desde los despachos hasta el césped.
Nadie podrá decir que el descenso del Deportivo no ha sido merecido. Las decisiones cuestionables comenzaron ya desde verano, con la confección de la plantilla. Los líos institucionales y el mal rendimiento sobre el césped lastraron después a un equipo que se quedó sin opciones muy pronto.
El relevo generacional de la plantilla se fue de las manos, dejando salir a veteranos como Lux, Bergantiños o Laure y dejando al vestuario sin referentes. Hubo renovación de capitanes, pero los pesos pesados fueron incapaces de dar un paso al frente en una caseta que se quedó huérfana de liderazgo.
Seguramente el pecado original en la planificación de la plantilla. Pepe Mel se pasó todo el verano pidiendo un guardameta que sólo llegó de urgencia en el último día y por la lesión de Rubén. Hasta cinco metas han defendido la portería blanquiazul esta temporada, sin que ninguno lograra acabar con las dudas bajo palos.
El mal inicio del equipo sacó a relucir las batallas internas en la directiva. Primero fue Fernando Vidal, el consejero del área deportiva, el que presentó su dimisión. En enero salió del club Richard Barral, dejando además al Depor sin un director deportivo para el mercado de invierno, cuyas incorporaciones han aportado entre poco y nada.
El conjunto coruñés se ha convertido en una trituradora de técnicos y eso se ha agravado este año. Pepe Mel ya no empezó con el respaldo que debía, como demostró su destitución en la jornada 9ª. Pero las decisiones posteriores todavía fueron peores. Se premió a Cristóbal por su trayectoria en el Fabril, pero no logró ni resultados ni controlar al vestuario. El último fue Seedorf, que evidenció un gran desconocimiento de la plantilla y la competición, sin encontrar la victoria hasta su noveno encuentro como técnico blanquiazul.
Otro de los grandes males de las últimas temporadas ha empeorado hasta niveles históricos. El Depor ha terminado LaLiga con 76 goles en contra, dos de media por partido. Es el tercer peor registro, después de los 78 encajados en la 52-53 y los 80 de la 55-56.
Lucas Pérez, Andone, Guilherme, Mosquera, Juanfran... por unos motivos u otros, muchos jugadores han rendido muy por debajo de lo esperado. Se repitió mucho que había equipo para más, pero ninguno dio un paso al frente para demostrarlo sobre el césped.
La peor sensación que ha dado el Depor este año es que nunca tuvo opción de competir. Terminó con seis triunfos, mínimo histórico si tenemos en cuenta el número de partidos, y sólo 29 puntos, quedándose a 14 de la permanencia, la mayor distancia desde que LaLiga adoptó el formato actual de tres puntos.
Clasificación | PTS | PG | PE | PP |
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