Los refuerzos del Deportivo en enero, un fracaso más del club
Eneko Bóveda y Krohn-Dehli no están dando el rendimiento esperado y el portero ucraniano Maksym Koval todavía no ha debutado desde su llegada.
No empezó demasiado bien el mercado de invierno para el Deportivo. La salida de Richard Barral, director deportivo, dejó al club con un mes por delante para fichar y pocos planes sobre la mesa. La ventana de enero se saldó con las llegadas de Koval, Eneko Bóveda y Krohn-Dehli y un balance bueno por parte de Tino Fernández, sobre todo en referencia los dos últimos: “Hemos mejorado el nivel de la plantilla. Son de las mejores incorporaciones en este mercado de invierno”.
Aunque en diferente grado, la palabra que define ahora mismo la actuación de los tres refuerzos es decepción. Empezando por Maksym Koval, que llegó para solucionar los problemas en la portería y todavía no ha debutado. Para colmo, hace unas semanas se fracturó un dedo, como confirmó el propio Seedorf el martes, pero no está de baja.
Krohn-Dehli y Bóveda sí han tenido minutos, pero su rendimiento no ha sido el esperado. El vasco ha alternando actuaciones correctas con partidos para olvidar como ante la Real o en Getafe. Las sensaciones con el danés son aún peores, naufragando a nivel defensivo y sin aportar soluciones con la pelota. El miércoles fue sustituido en el descanso tras varios errores y un segundo gol que ejemplificó un nuevo fracaso del club, esta vez en el mercado: pérdida de Krohn-Dehli y gol en propia de Bóveda.
El 'parado' Muntari es la única noticia positiva
La incapacidad del Deportivo en el mercado quedó retratada mucho antes de que el rendimiento de los fichajes no haya sido el esperado. Concretamente al no lograr cerrar la llegada de un mediocentro defensivo que Cristóbal había señalado como una de las prioridades. Se intentó hasta el último momento, pero el mercado se cerró con la rescisión de Bruno Gama y una ficha libre para incorporar a un jugador en paro.
La llegada de Seedorf vino acompañada unos días después de la de Sulley Muntari, que aterrizó de la mano del holandés, al que conocía del Milan. El ghanés llevaba sin competir desde abril de 2017 y tras dos semanas a prueba firmó un contrato hasta final de temporada.
A pesar de todos estos condicionantes, Muntari es ahora mismo la gran esperanza del Depor para lograr el milagro de la permanencia. Ante el Espanyol dejó buenas sensaciones en los diez minutos que estuvo sobre el campo y contra el Getafe, en su estreno como titular, fue de lo poco salvable del equipo mientras le duró la gasolina. Seedorf lo sabe y quiere ponerlo a punto lo antes posible para resolver los problemas en la medular
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