La última tarde de Andrés Iniesta Luján en el Camp Nou tendrá una imagen icónica. Luis Rubiales, flamante presidente de la FEF, le entregará el trofeo que acredita al Barça como campeón de su Liga número 25. Pero lo de esta tarde no irá de títulos, ni siquiera de los 32 que ha levantado Iniesta de azulgrana. Tampoco de datos (cumplirá 674 partidos oficiales) y de la posibilidad de que marque el gol 6.000 del Barça en LaLiga (está a dos), una bonita cifra redonda. Lo de hoy son emociones. Es la última función de Iniesta en la que él mismo ha definido como su segunda casa. Genuino representante de La Masia, a la que sólo su caso ya da sentido como generadora de talento, el Camp Nou se va a caer para despedir a este mago que desde hoy pasará a ser mito del Barça. Le espera un estadio a reventar, un precioso mosaico con la leyenda Infinit Iniesta. Y, por enésima vez, el cariño de todos. Va a ser tan gordo lo de Iniesta que va a pasar desapercibida, y ya es difícil, la ausencia de Messi, que el viernes por la noche se puso en pie como nunca antes se le había visto para aplaudir a un compañero de viaje que hoy le entregará su brazalete de capitán. El argentino, ya en modo Mundial, será suplente. Será Iniesta, entrará Messi...
La Real trae un invitado especial. Xabi Prieto, ejemplo de one club man, se retira después de 15 años vistiendo la camiseta azul y blanca. Otro futbolista que ha honrado este deporte con un estilo distinguido y que ha hecho de la ejemplaridad una rutina. Dos gentlemen, Iniesta y Prieto, cruzándose por el césped en un partido sin nada en juego (sigue el partido en directo en As.com). El Barça perdió en Valencia la oportunidad de colgarse una gran medalla y terminar LaLiga sin perder. Valverde se deja pendiente el reto. Imanol, mientras, regresa a su Sanse. Lo hace con unos números espectaculares: 16 puntos en ocho partidos. Pero todo lo que haya alrededor de la noche estará eclipsado. Como dijo Xavi, hoy empieza la leyenda Iniesta.
