El Barcelona ignoró a Javier Tebas y dio su voto a Rubiales
LaLiga sospecha que al menos dos clubes más fallaron. La Valenciana había dado los avales a los dos pero Rubiales rascó cuatro de seis votos.
Tras el trepidante día de elecciones del pasado jueves, en el que Luis Rubiales se proclamó nuevo presidente de la Federación tras 29 años de Villarato, los asambleístas y, sobre todo los presidentes de las Territoriales, que son los que de verdad conocen al dedillo la casa, ya han hecho sus cuentas para intentar justificar un resultado tan holgado (80-56, con un voto en blanco y dos ausencias) en el que sólo creía realmente el ganador desde el principio y que pilló por sorpresa a Larrea.
El extesorero de la FEF estuvo hasta la misma mañana de los comicios telefoneando personalmente, uno a uno, a todos los que estaban en un principio a su lado. El objetivo era reforzar con ellos los acuerdos alcanzados para evitar sorpresas, porque las temía, así que vista la confirmación del engaño al que fue sometido por la tarde por una parte de la Asamblea se marchó defraudado y a toda prisa de Las Rozas, asegurando que ya se enteraría poco a poco de quiénes le habían mentido. “El voto es secreto, pero en este mundillo enseguida se sabe todo”, recordaba ayer un exjugador y asambleísta de los que le arroparon.
La realidad es que Rubiales siempre pensó en arrasar e incluso esperaba sacar más votos de los que obtuvo (“puedo llegar a 90”, dijo), aunque sólo entregó 31 avales por estrategia. Mientras, su adversario confiaba en llegar al menos a 70, tanto votos como avales recopiló. Ahora, según los recuentos oficiosos a posteriori, algunos con datos y juramentos totalmente confirmados y otros con sospechas que se repiten en casi todas las consultas realizadas, la sensación general es que unos 14 asambleístas hicieron promesas a Larrea pero luego señalaron la casilla de Rubiales.
¿Sorpresas? Tres de los 20 votos que aportaba LaLiga (11 de Primera y nueve de Segunda), y que intentó atar Tebas la misma mañana de las elecciones, acabaron en el marcador del ganador. Uno fue el del Barça, algo que ya sospechaba la mayoría por sus tensiones con Tebas y la sintonía que tiene con Subies, presidente de la Catalana y mano derecha de Rubiales en esta carrera. Otro fue el de un club de Primera y el tercero, uno de Segunda. Además, varias fuentes aseguran que pudieron confiar en Rubiales los cinco técnicos que trabajan en la Selección de fútbol (Lopetegui, Ochotorena y Sanz), fútbol femenino (Vilda) y fútbol sala (José Venancio), pese a que Larrea había negociado en funciones su futuro con ellos y a que en un principio pretendían ser neutrales.
Además, al final dos clubes amateurs que estaban en el alambre (uno es el Tudelano) también votaron a Rubiales, influenciados por las Territoriales, así como (al menos) dos miembros de un estamento como el arbitral que siempre solía ir de la mano (uno del fútbol profesional y otro de 2ªB) y cuatro de los siete asambleístas que dieron sus avales a ambos y que correspondían a la Valenciana (6) y a Castilla-León (1). A todos ellos, que ampliaron la brecha, hay que añadir los dos ausentes: Pedro León y Aspas. Larrea contaba con uno de ellos. O Rubiales negoció mejor o supo distinguir con más habilidad quiénes le decían la verdad. Predijo que iba a golear y, al final, goleó.
Gracias a su victoria, Rubiales completó ayer su primer día al frente de la nave. Comenzó reuniéndose con la secretaria general (Esther Gascón) para ponerse al día de la FEF, se vio con los responsables de los distintos departamentos, con presidentes y con algunos de los 120 empleados, y le dio tiempo para bajar al césped y saludar a las estrellas del curso de entrenadores. Mañana se estrenará en sociedad al entregarle la copa de la Liga al Barça, uno de sus aliados clave, en la despedida a Iniesta.