Macon presume de su hijo ilustre: Antoine Griezmann
As visitó el colegio donde estudió Griezmann, su casa natal y las instalaciones deportivas del UFM, donde jugó el delantero del Atlético.
Macon, 33.000 habitantes, está a unos 72 kilómetros de Lyon, sede de la final de la Europa League. Es una localidad pequeña, tranquila, donde parece que no pasa el tiempo. Bañada por el río Saona presume de ser la ciudad natal de Antoine Griezmann. El 7 rojiblanco nació aquí y Macon se divide para mañana entre el Atlético y el Marsella. Muchos quieren que gane el equipo español por Griezmann y otros, más patriotas, desean un triunfo del conjunto galo.
A la entrada de Macon se ve un cartel de un campus de verano para primeros de junio que lleva el nombre del delantero. Griezmann ha venido otros años para este curso, aunque para esta ocasión estará con su selección. Ese cartel del campus será de lo poco que se pueda ver en esta ciudad en alusión a su ciudadano más ilustre. Macon no es el típico pueblo donde todo el mundo se vuelca con el fútbol. No existe la pasión que conocemos en nuestro país.
Griezmann nació aquí, pero con 13 años se marchó a la Real Sociedad. El rojiblanco estudió dos años en el colegio Pasteur, donde aprenden cerca de 60 niños. Marc Dumont, su director, nos atiende unos breves minutos. Explica que ya no quedan profesores de la etapa de Griezmann en este colegio, aunque sí recuerda que estuvo allí dos años. Los chicos empiezan las clases a las 8 de la mañana y duran hasta las cinco de la tarde. Más de uno se altera con la presencia de los periodistas españoles. Los chavales saben que Griezmann triunfa ahora en el fútbol español y puede ganar un título con el Atlético.
No muy lejos del colegio Pasteur está la casa natal del francés. En el número 13 del Boulevard Des Neuf Cles se levanta un imponente edificio, con un buen terreno a su alrededor. Hablando con algunos de sus vecinos se llega a la conclusión de que los padres de Griezmann son personas tranquilas, que no les gusta aparentar mucho. Quizá más pasar inadvertidos. La casa donde vivió el futbolista del Atlético sí es conocida. A poco que se pregunte te muestran el camino para llegar a ella. “A Griezmann no le querían aquí porque era bajito y delgadito. Se tuvo que ir fuera para triunfar en el fútbol”, lamenta un vecino.
Referente. Algo más lejos quedan las instalaciones del Union du football Maconnais (UFM), donde jugó Antoine en sus inicios. Sus dos campos de fútbol se encuentran impecables, con una hierba natural perfectamente cuidada. Es la hora de comer y no hay nadie ejercitándose allí. Ching-Yi, del institut Pierre Chanay, se encarga de la limpieza. Está de reformas y las obras impiden ver fotos del jugador del Atlético en sus inicios. “Hay bastantes, pero estamos de obras. Yo soy muy fan de Griezmann”, dice entusiasmada y recuerda que por las tardes los chicos del UFM sueñan con ser Griezmann. Ella dice que la final se verá en muchos bares de esta ciudad, aunque no hay previsto que haya pantallas gigantes como vemos en muchos lugares de España. En Macon, la ciudad natal de Griezmann, ni el fútbol perturba su paz y tranquilidad.
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