Bonito adiós para Xabi Prieto y Carlos Martínez en Anoeta
Xabi Prieto y Carlos Martínez fueron homenajeados por el club y el público en su adiós por la Real. Además delante, el morbo con Asier Garitano, que podría ser el entrenador realista.
Lo de menos era el resultado, una victoria 3-2 en un partido de patio de colegio por las circunstancias, muy equilibrado en el que el Leganés mereció mayor botín. Los homenajes a Carlos Martínez, que termina contrato, y Xabi Prieto, que cuelga las botas, lateral y gran capitán, capitalizaban la mágica tarde de Anoeta. Dos pancartas gigantes en la grada del estadio donostiarra, con los dorsales de ambos, y aplausos del respetable con los dos protagonistas en el banquillo, de saque. Ya en el minuto 10, ovación al centrocampista como recordatorio de su mítico gol, que tuvo que salir del banquillo para saludar durante un minuto exacto. También la despedida de Imanol Alguacil y de Canales, que se irá al Real Betis. Y encima el morbo de Asier Garitano, en cartera de la Real si falla Emery, que se antoja complicado.
Un envite sin nada en juego, con todo el pescado vendido y con la lluvia fina como testigo inesperado. Se desperezó el juego con un testarazo de Juamni a la derecha de Champagne, en el minuto 8. De nuevo Juanmi casi marca, pero en una galopada despejada por Champagne y Oyarzabal remachaba el 1-0 en el rebote, yendo al banquillo para abrazar en el banquillo a ambos. Su duodécimo gol del extremo eibartarra, una joya de Zubieta, un futbolista total, con una proyección tremenda. A renglón seguido, Sergio Canales, por la misma pista, se plantó solo para marcar el segundo de la tarde tras triangulación en la medular y resbalón de Rico. Y antes de la media hora, en un correcalles, sin vigilancias ni casi tensión, Diego Rico se resarcía y anotaba el 2-1 tras sacar de la misma línea Kevin Rodrígues un balón de Guerrero que se ya se colaba con antelación. Mucho ritmo y desinhibición y la Real sumando su cuarta victoria consecutiva con Imanol en el banquillo.
Ya en el segundo acto, con el juego distraído y sin demasiadas marcas, Guerrero, esta vez sí, sellaba el empate a dos tras centro de Rico y rebote dentro del área de un zapatazo tremendo, sin piedad. Con la equis campeando en el luminoso, ambos equipos hacían la guerra por su cuenta, sin tensión en un ambiente más festivo que competitivo. Un remate mordido de Héctor Moreno de cabeza casi rompe las hostilidades en un partido de guante blanco que iba languideciendo con los cambios. Un Leganés que no vence fuera de casa desde el 15 de octubre en Málaga. En esas que el colegiado pitaba un penalti más que riguroso de Bustinza a Juanmi en un abrazo tras centro templado de Illarra, que el bilbaíno protestó airadamente. William José no perdonó.
Ya para el postre, salidas al verde de Xabi Prieto en el 82 por Juamni, se caía el campo, y en el 87 Carlos Martínez por Odriozola. De nuevo ovación cerrada. Ya se jugó poco, la suerte y el destino estaban marcados.