Vuelve Caparrós: los mayores dardos del 'diablo' para el Betis
Del saludo con la manita al torneo "donde el Sevilla es el Rey", el utrerano siempre pone picante a sus partidos en el Villamarín.
Joaquín Caparrós Camino: vuelve el diablo, el Freddy Krueger del Villamarín. Pocos o posiblemente ningún otro personaje del mundo del fútbol inspira tanto odio en el coliseo de Heliópolis desde que amaneció el siglo y el Sevilla comenzó a renacer bajo el especialísimo y declaradamente antibético carácter del entrenador utrerano. "Este estadio me pone. Siempre se comenta que en todos los campos se juegan tres puntos, pero para mí aquí hay algo más", ha afirmado en alguna ocasión el técnico utrerano, que hace años, antes de un derbi, hizo famoso aquello de que le hervía "la sangre roja". Días atrás le dio una vuelta a la frase para afirmar que a sus jugadores les veía los "huevos blancos y rojos". Testiculina es su pócima para haber sacado al Sevilla (de momento) de la crisis y afrontar con algo más de orgullo el derbi sevillano el próximo sábado.
La fiesta y el Rey de la Europa League
"Los derbis no hace falta prepararlos con mucho tiempo, estos partidos siempre se tienen en mente. Ellos (por el Betis) están organizando una fiesta, todo el mundo está allí "jiji, jaja" y han organizado unas puertas abiertas porque se han clasificado para la competición (la Europa League) en la que el Sevilla es el Rey", dijo Caparrós este miércoles después de ganar al Real Madrid en el enésimo dardito, vocal o gestual, que le tira al eterno rival.
La famosa manita con el Mallorca
22 de diciembre de 2012, última jornada antes del parón navideño. El Mallorca de Caparrós (y Serra Ferrer como vicepresidente) visita Heliópolis y, con melodía musical brasileña, la grada dedica al entrenador utrerano algún cántico acordándose de sus ancestros. "Caparrós, Caparrós, Caparrós tus m...". El utrerano sonríe y saluda a la grada con los cinco dedos de la mano abierta. Curiosamente hacía sólo unas semanas el Sevilla había goleado al Betis (5-1) en el Sánchez Pizjuán. "A mí me nombran y saludo", explicó el técnico después en Sala de Prensa.
Nombrando al Sevilla para crear ambiente
Caparrós ha jugado en el Villamarín con el Sevilla, con el Mallorca, con el Athletic, con el Depor... y siempre lo vivió como si fuera un derbi. Para ello, nada mejor que utilizar al equipo de Nervión. Siendo técnico en Riazor, octubre de 2006, levantó de nuevo astillas en Heliópolis afirmando que esperaba una victoria del Sevilla horas antes para calentar un partido en el campo del Betis: "Lo primero es que hagamos un buen partido y luego pediría un buen resultado al Sevilla, que juega a las siete, porque eso crearía un ambiente que nos puede beneficiar". Aquel encuentro terminó 1-1 y comenzó a cavar la tumba de Jabo Irureta, destituido por Lopera pocas semanas después.
Invitación a no presentarse al derbi
Abril de 2005, con el Betis clasificado para semifinales de Copa del Rey y varias semanas por delante todavía para un derbi en Heliópolis que se jugaba en mayo. Ya entonces se calentaba el encuentro con declaraciones de uno y otro lado. Juan Luis Aguado, portavoz del Consejo verdiblanco, insinúa que el partido de máxima rivalidad puede servir para que el Sevilla provoque alguna lesión importante en los verdiblancos antes de la Copa... Y Caparrós responde tajante como entrenador nervionense: "Lo que le digo a este señor es que no se presenten al partido si de verdad creen eso. Está provocando fríamente desde un despacho". El Betis se presentó, ganó (1-0) y acabó arrebatando al Sevilla una plaza de Champions.
El himno de la legión en el bus
Pablo Alfaro, capitán nervionense durante muchos años, desvelaba en el Larguero hace unos pocos meses la música marcial que sonaba en el bus del Sevilla, con Caparrós en el banquillo, cada vez que iban a jugar al Villamarín: el himno de la legión. "Caparrós no lo pinchaba pero lo decía, son anécdotas que se recuerdan", afirmó el excentral zaragozano. Si era útil o no los datos son claros: Pablo Alfaro jugó nueve derbis contra el Betis y no perdió ninguno. Caparrós ha visitado el Villamarín en 11 ocasiones: seis triunfos, cuatro empates y una derrota, aquella de mayo de 2005...
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