Ediciones
Resultados
Síguenos en
Hola

INTERNACIONAL

Indignación en Inglaterra por la posible venta de Wembley

Los aficionados y los contribuyentes se oponen a la operación que negocia la FA, que recibió más de 160 millones de libras de fondos públicos.

Estadio de Wembley.
DAVID KLEINREUTERS

La noticia que saltó ayer a los medios británicos de la oferta de Shahid Kahn, propietario del Fulham, para comprar a la FA el estadio de Wembley ha causado gran polémica en Inglaterra, donde el estadio tiene un importante componente sentimental. Wembley es considerado una joya nacional y parte sustancial de la historia del fútbol inglés.

Las voces contrarias han sido numerosas. La Football Supporters' Federation declaró que: "estamos impactados. Para muchos, el estadio de Wembley es la casa del fútbol inglés y tiene una enorme significación más allá de ladrillos y mortero". Por su parte, Ken Bates, expropietario del Chelsea y que entre 1997 y 2001 fue presidente de Wembley como directivo de la FA, afirmó: "Es una desgracia sugerir que debería venderse cuando es un tesoro nacional".

En Wembley Inglaterra se proclamó campeona en el Mundial que organizó en 1966 y uno de los héroes, el portero Gordon Banks, se pronunció en The Sun: "La FA debería haber pensado más en lo que están haciendo y asegurarse de mantener Wembley en sus manos. Wembley es especial. La FA está equivocada. No creo que deba venderse. Es un error que Inglaterra tenga que jugar lejos de Wembley mientras un equipo de fútbol americano juegue allí en otoño. Wembley, como estadio, hace que el país se sienta orgulloso de su fútbol".

"Wembley tiene que ver con los sueños; nadie creció soñando jugar contra Eslovenia en Watford"

Martin Samuel, columnista del 'Daily Mail'

La posibilidad de que la venta suponga que la selección de Inglaterra tenga que jugar algunos partidos en el exilio también preocupa a Martin Samuel, columnista del Daily Mail, el diario más vendido del Reino Unido: "La FA piensa que es una cuestión de dinero. No lo es. Tiene que ver con los sueños. Nadie creció soñando jugar contra Eslovenia un miércoles en Watford o contra Costa Rica un jueves en Leeds. Wembley es el Santo Grial. Es el corazón y el alma del fútbol inglés. No importa lo que valga, si la selección es desalojada de su hogar, será un mal acuerdo".

La nota discordante la puso Gary Lineker. En su cuenta de Twitter, el exdelantero y ahora presentador de la BBC se mostró favorable a que la FA considere la oferta: "Si el dinero va hacia el fútbol base, a hacer campos, artificiales o de otro tipo, para que jueguen los jóvenes, podría ser algo positivo".

Piden la devolución del dinero público

Más allá de cuestiones sentimentales, otro de los temas que escuecen a los aficionados ingleses es el apartado económico. La construcción del estado de Wembley costó, según datos del Daily Mail, 757 millones de libras (870 millones de euros al cambio de ahora). De ellos, 161 fueron aportados por diferentes vías de financiación pública. La Lotería Nacional inyectó 120 millones de libras a través del organismo autónomo Sport England, el Ministerio de Cultura y Deporte consignó directamente otros 20 M£ y la Agencia para el Desarrollo de Londres aportó 21 M£. La FA mantiene aún una deuda de 113 millones por la construcción del estadio, que espera tener amortizada completamente en 2024.

"Nos gustaría saber con mayor detalle de qué manera ese acuerdo ayudaría al desarrollo de este deporte en el país desde la base. También queremos que se garantice que Wembley siga siendo la casa del fútbol inglés para las generaciones venideras", comentó el Ministerio al Mail. Por su parte, un portavoz de Sport England recordó que dicha entidad "gastó 120 millones de libras del dinero de la Lotería Nacional en la construcción del estadio de Wembley. Deseamos conocer más detalles sobre cómo funcionaría el acuerdo y si beneficiaría al deporte de base".

Desde la TaxPayers' Alliance —una asociación en pro de las rebajas fiscales y que en 2009 fue catalogada por The Guardian como  "el grupo de presión más influyente del país"— su director de campaña, James Price exigió que "los contribuyentes deben recuperar su dinero de cualquier venta que se produzca".

Barry Gardiner, parlamentario de la oposición elegido por el distrito de Brent, donde se ubica el estadio, expresó en su Twitter: "No veamos el Estadio Nacional de Fútbol como una mercancía en un acuerdo secreto. Wembley no solo está en el corazón de nuestro distrito de Brent, está en el corazón de Gran Bretaña". Un ciudadano le secundaba en la red social: "¿Pagaron Wembley los contribuyentes y, si es así, ese dinero será devuelto para el Sistema Nacional de Salud, escuelas, etc.?".