Cristiano Ronaldo se quejó amargamente en el Allianz Arena por el tanto que anotó en el minuto 71 y que fue anulado con acierto por el árbitro, que no dudó en tomar esta decisión.
Björn Kuipers, con buen criterio, señaló mano del portugués en el control previo a su gran disparo con la izquierda, con lo que la diana, que hubiera supuesto el 1-3, no subió al marcador.
Como explicó en Carrusel Deportivo (SER) Iturralde González, experto arbitral del Diario As, el colegiado también estuvo bien al no enseñarle amarilla a Cristiano, puesto que desde hace dos años es la forma de proceder en estas situaciones.