El mundo aplaude la penúltima clase magistral de Iniesta
Don Andrés se va del Barça entre lágrimas pero con el reconocimiento unánime del fútbol. El adiós se puede oficializar esta semana.
Andrés Iniesta, patrimonio del fútbol, lleva viviendo emociones toda su carrera. Las de los últimos once días, sin embargo, han resultado exageradas. En el banquillo del Wanda, sus ojos se bañaron en lágrimas tanto que un tipo hecho y derecho como Ter Stegen era incapaz de articular palabra viendo la imagen de un ídolo consumido por los sentimientos. La foto, por calcada, transportó a lo que había sucedido justo once días antes, en el Olímpico de Roma. Allí, Iniesta fue sustituido en medio del hundimiento y vio desde el banquillo el 3-0 de Manolas. Sus lágrimas fueron entonces impotencia y melancolía. En Roma, Iniesta pareció un jugador superado por el tiempo. En el Wanda, el que paraba el tiempo en el 4-0. Eterno.
La prensa mundial y nacional se deshizo en elogios al jugador. The Guardian habló de su “último vals”. La Gazzetta se fijó en los “ojos brillantes de Don Andrés” en el banquillo y adelantó que todos lo echarán de menos. Para Globoesporte es “leyenda” en el Barcelona y Olé lo eleva a “patrimonio del fútbol mundial”. En Barcelona y Madrid, fue el hombre del día. El Periódico de Catalunya llevó a su portada el titular: “El rey Andrés”. La Vanguardia también se rindió a él (“una Copa para Andrés”). Marca jugó con su marcha a China (“el último Emperador”) y El País tituló su crónica: “El Barça corona a Iniesta”. No sólo los medios aplaudieron su adiós. Exentrenadores como Guardiola (“el legado del Barça no se puede entender sin Iniesta”) y excompañeros y rivales como Xabi Alonso (“tiene la admiración de todos”) aplaudieron su penúltima clase. Algunos como Quique Setién, actual técnico del Betis, escribieron un tuit (“Andrés, por favor, no te vayas a China. ¡Vente al Betis”) que transmitía sincera admiración pero que en la acera sevillista no hizo tanta gracia...
El Barça tiene vacaciones hasta el jueves. Es probable que ese día, el viernes a más tardar, Iniesta haga oficial su adiós en un acto en el que le acompañará toda la plantilla, incluido Leo Messi. Su asistencia en el 4-0, su sentido abrazo y su aplauso cuando Iniesta era sustituido tuvo mucho de melancolía. Aquel triángulo de las maravillas con Xavi se queda sin lados. Qué será del mejor Barça de siempre.
