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BARCELONA

El Messi más generoso de las finales

Entró en la historia igualando un récord de Zarra pero huyó de protagonismos. Dio dos asistencias (Suárez e Iniesta) y cedió un penalti a Philippe Coutinho.

El Messi más generoso de las finales
David RamosGetty Images

Messi no quería focos en el Wanda. Iniesta le ha ayudado a acapararlos muchos noches durante muchos años y él quiso acaparar lo justo en la final de Copa. Lo justo, lógicamente, para ayudar a su equipo a levantar su Copa número 30, la cuarta consecutiva. Lo hizo con dos asistencias milimétricas y fabulosas a Suárez e Iniesta. Lo hizo con su gol, un magnífico golpeo de interior que le permitió igualar otro récord, uno más. Este de Zarra. es el segundo jugador que marca en cinco finales de Copa. Messi ya tiene su título número 31, la Copa del Rey. En días sumará el 32 y, si se confirma el adiós de Iniesta, es posible que este verano se convierta en la Supercopa en el jugador más laureado del club con 33, lo que confirmará su condición indiscutible de mejor jugador de la historia de la entidad.

Pero, decíamos, Messi no quería focos en el Wanda. Prefería abrazar a Iniesta, con quien se le vio especialmente emocionado en el último abrazo de festejo del 4-0. Minutos después, cuando Gil Manzano pitó penalti por mano de Lenglet, le dijo a Philippe Coutinho que lo lanzase él. En puridad, el brasileño ya había marcado ese gol. Por eso, cuando transformó el penalti, el ex jugador del Liverpool lo señaló agradeciéndole el detalle.

La celebración de Messi fue comedida. Con su mujer y alguno de sus hijos en el césped, se le vio relajado. La eliminación del Olímpico, de la que tiene que cargar con la mayor responsabilidad en su condición de estrella mundial y líder del equipo, le dejó tocado como al resto del vestuario. De vuelta de Roma, Iniesta y el crack de Rosario eran los más afectados. Messi va a volver a completar un año de ensueño. Ganará el doblete y será el máximo goleador y el máximo asistente de LaLiga. Pero le quedará esa espina de la Champions que piensa atacar de nuevo la próxima temporada. Para Messi, más allá del Clásico del 6 de mayo, el nuevo objetivo ya tiene fecha y sede. Junio y Rusia. Allí no podrá mantenerse en el anonimato como en el Wanda.