Se cumplen 40 años de la final copera frente al Barcelona
“No sabías por dónde te iba a salir Cruyff”, aseguran Félix Marrero y Roque Díaz, jugadores de una de las mayores gestas de la historia de Las Palmas.
"Madrid estaba llena de aficionados de la UD”, dice uno. “La canariedad salía por los poros. Fue oportunidad maravillosa”, añade otro. Son Félix Marrero y Roque Díaz, protagonistas de una de las mayores gestas de la historia de Las Palmas. Mañana se cumplen 40 años de la final copera perdida en el Bernabéu contra el Barça, 3-1, y es hora de rememorarlo en AS.
“Había muchísima gente en Madrid para animarnos”, nos traslada Félix, quien recuerda que unos días antes de aquel inolvidable 19 de abril de 1978 la UD había jugado en Salamanca. Se concentró después en Navacerrada, donde vivió un momento mágico: “La noche anterior a la final vinieron a vernos Los Gofiones. Fue una sorpresa grandísima”.
Para “sorpresa”, la que les esperaba a ambos durante el partido. Si Roque tenía el encargo de Miguel Muñoz de marcar a Johan Cruyff, a Félix Marrero le esperaba lo propio con Neeskens. “Cruyff nos descolocó”, dice Roque. Así recuerda la lección táctica del eterno genio holandés: “Nos sacó de puesto. Como era tan inteligente, se puso a jugar de líbero”. “Podía jugar donde le diera la gana”, rememora Félix, que añade: “Es como si tuviera cinco marchas. De repente, si ponía la directa era imposible cogerlo”. También sufrió para marcar a Neeskens. “Se puso a jugar atrás, como si fuera de lateral. Con Cruyff en el centro, estuvimos un poco desorientados durante algunos minutos”.
La rienda se suelta cuando aparecen los recuerdos sobre Cruyff. “Solía usar esa ubicación con Rinus Michels, y también con Holanda se tiraba hacia atrás. Tenía una capacidad técnica bestial. No sabías por dónde te iba a salir”, añade Roque.
Recuerda Félix que este partido se decidió “a balón parado”: “Así llegaron los tres goles del Barcelona”. Y reproduce, con precisión de cirujano, la jugada del penalti que supuso el 1-0 de Rexach en el minuto 9 (después harían lo propio Asensi y de nuevo Rexach, mientras que Brindisi hizo el 2-1): “Me acuerdo de esa jugada como si fuera ayer. El penalti se lo pitan a Roque, pero en realidad la falta se la hace Esteban a él. El balón estaba más cerca de la portería de Carnevali, y es el ‘Boquerón’ quien traba a Roque. El penalti no lo señala el árbitro sino el linier, que hoy es el presidente del Comité Técnico de Árbitros”. Sí: Victoriano Sánchez Arminio.
Pese a la derrota, Roque habla de “una gran gesta”, pero ensalza aún más lo ocurrido 10 años antes: “Aquel equipo estuvo a punto de ser campeón de liga, (curiosamente, también en el Bernabéu). Eran unos monstruos”.
“Jugar esa final contra el Barça fue mi logro más importante”, recuerda Félix. Por un momento, tuerce el gesto: “Se me quedó grabada también la semifinal copera de la temporada 74-75, con Sinibaldi de entrenador, contra el Madrid. Ganamos 4-0, y allí perdimos 5-0. Fue el robo del siglo”.
Unos años después, en el corazón de España, Carnevali; Páez, Gerardo, Felipe, Hernández; Roque, Félix (Rivero, min. 63), Maciel; Brindisi, Morete y Jorge firmaron uno de los capítulos más brillantes de la historia amarilla, ante el Barça de Cruyff. Ya lo dice Roque: “Que nos quiten lo ‘bailao”.
