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La despedida de Torres del Atleti en 2007: "Esto es un hasta luego"

Torres ya se despidió del Atlético una vez, en 2007, cuando se fue al Liverpool. Pero entonces hubo una diferencia con ahora: no era un adiós, era un hasta luego. Volvería. Y volvió.

Madrid
Torres, en su despedida del Atlético en 2007.
SUSANA VERAREUTERS

Sólo dos cosas coinciden: que en ambas vestía escrupulosamente de negro. Lo demás, todo difiere. Porque entonces, aquella vez, era por la tarde, en la sala VIP del Vicente Calderón y Fernando Torres, 23 años, con el pelo largo y rubio, estaba lejos del Fernando Torres de esta mañana en el Auditorio Rafael del Pino, en Madrid, 34 años y padre de tres hijos, en el acto de LG en el que anunció su segundo adiós del Atleti. A once años de distancia. Pero entonces era un "Hasta luego". Ahora es definitivo. Fernando Torres colgará las botas, y lo hará lejos del Atleti. 

Entonces éstas fueron sus frases: 

"La propuesta ha sido difícil de rechazar y es buena para todos. Para mí, por muchas circunstancias era el momento, y el club. Estoy un poco triste y melancólico, porque aquí dejo muchas cosas, recuerdos y no estoy todo lo contento que debería". 

"Esté donde esté siempre mi corazón va a ser rojiblanco y espero que esto no sea un adiós sino un hasta luego, porque espero volver algún día". 

"Quiero darle las gracias a la afición. Me ha dado un cariño que nunca imaginé. No sólo por estos siete años que llevo en el primer equipo, sino que desde que entré a los diez".

"Espero de corazón que quienes vengan consigan lo que yo, lo que nosotros, no hemos podido. Espero volver algún día cuando el club esté donde merece".

"En todo este tiempo creo que no se me puede achacar nada: lo he dado todo, me he dejado la vida por el club, pero he decidido tomar otro camino. Nunca he mentido a la gente. Ya dije que cuando me marchara lo diría. Y aquí estoy para hacerlo".

"¿Mi espina? Europa, que no fui capaz de hacer regresar a este club a ella".

"Yo aún no sé qué le he dado al club, con el tiempo se verá, pero lo que yo me llevo de aquí siempre lo tendré presente, vaya donde vaya, esté donde éste". 

Ocho años después, Fernando Torres regresó al Atleti y la afición le enseñó cuánto era lo que él le había dado el club: un Calderón lleno, sin fútbol, sólo por verle a él, a su Niño, que regresaba, como había prometido.