¿Qué fue de Munúa? Del Dépor al Málaga tras agredir a Aouate
Internacional con Uruguay, el meta estuvo diez años en LaLiga: seis temporadas en el Deportivo, una en el Málaga y tres en el Levante.
Protagonista de uno de los puñetazos más recordados del fútbol español, Munúa recaló en LaLiga para jugar en el Deportivo, donde tendría lugar este lamentable incidente que condenó su salida del cuadro coruñés. Internacional con Uruguay en 21 partidos, el meta pasó también por Málaga y Levante, encontrando su mejor momento en el cuadro granota. Ahora, tres años después de colgar los guantes, el uruguayo sigue formando parte del fútbol español, en este caso desde los banquillos.
Gustavo Munúa (27 de enero de 1978, Montevideo, Uruguay) se inició en el fútbol en la cantera de Nacional de Montevideo con tan sólo ocho años. Tras pasar por todas las categorías inferiores y después de una cesión de un año en el Albion Football Club, debutó en 1997 en Primera División uruguaya en la Copa Libertadores en 1997 en una derrota 2-0 frente a Millonarios. En esa misma temporada recibe también la llamada de la Selección Sub-20 (ya había jugado antes en divisiones inferiores del combinado celeste) con la que consiguió la medalla de plata en el Mundial de Malasia.
Triunfó en sus primeros años en Uruguay
Tras unos años prometedores en Nacional, donde consiguió firmar cuatro títulos de Primera División uruguaya y una liguilla Pre-Libertadores, se ganó el pasaporte a Europa, donde el Deportivo pagó en torno a tres millones por sus servicios en 2003. Munúa llegó al Dépor en una temporada inolvidable para el equipo gallego. Fue la de la histórica remontada al Milan, que le permitió al conjunto herculino alcanzar las semifinales de la Champions donde fue eliminado por el Oporto de Mourinho. En sus inicios como blanquiazul quedó relegado al banquillo (sólo jugó 10 partidos repartidos entre Champions, Liga y Copa) ante la indiscutible titularidad de Molina. Debutó en un partido de Copa frente al Compostela con victoria por la mínima para los coruñeses.
En la temporada siguiente vivió su mejor etapa como portero deportivista, disputando 18 partidos y siendo indiscutible en la segunda vuelta del campeonato ante la lesión de Molina. El equipo acabó octavo, alejándose de las competiciones europeas. Poco después, tras la marcha de Molina al Levante, el entonces técnico del Dépor, Joaquín Caparrós, apostó por el israelí Dudú Aouate como relevo del valenciano, un hecho que no cambió la situación de Munúa en A Coruña. De hecho, sus últimas cuatro temporadas en el club herculino volverían a estar marcadas por el banquillo: jugó trece partidos en total.
Perdió los papeles con Aouate
En enero de 2008, Munúa fue protagonista de una pelea a puñetazo limpio contra el otro guardameta del Dépor, Aouate. El israelí salió peor parado tras un puñetazo del uruguayo en el ojo izquierdo. Los médicos del club tuvieron que intervenir y cerrarle la herida con ocho puntos de sutura. Ambos fueron apartados dando paso al canterano Fabricio Agosto como portero titular. Tras este suceso, Munúa estuvo ilocalizable durante todo el día del incidente, pero Aouate sí ofreció su versión del incidente: "Me estaba buscando y yo no lo sabía. Cuando me estaba empezando a vestir, llegó Munúa. Primero me preguntó '¿tú qué miras?' y por sorpresa me dio un puñetazo en el ojo. No sé qué habrá pasado por su cabeza. Por lo menos, si quiere pelear, que lo diga, que lo haga como un hombre y no como una chica". Años más tarde, ambos coincidieron en un partido entre el Málaga del uruguayo y el Mallorca del israelí donde Aouate evitó saludar a Munúa, pese a que éste le tendió la mano.
Tras unos meses de incertidumbre sobre su futuro, el Deportivo decidió inscribir a Munúa en la Liga en la temporada siguiente, la 08-09, en la que sólo disputó un partido. Esta situación terminó por sentenciar su salida del club gallego en un último año donde la directiva no fue clara con el jugador. "La sensación mía es un poco de tristeza porque no se ha dicho la verdad en ningún momento. Hay gente que tiene que decir las cosas como son y lo que piensa en estos momentos y no las dicen y el jugador no puede hacer nada", indicó el uruguayo tras enterarse por sorpresa de que el Deportivo le había inscrito en LaLiga.
Es uno de los implicados en el presunto amaño del Levante-Zaragoza
Tras finalizar su contrato con el Dépor en 2009, Munúa ficha por el Málaga para una temporada que finalizó con una gran actuación del portero de Montevideo. En el último partido de LaLiga 09-10, el club andaluz consiguió la permanencia en Primera División ante el Real Madrid en un encuentro que terminó con empate 1-1 con un gran partido del meta uruguayo. En el club malagueño lo jugó todo en la competición nacional, con 38 partidos como titular. A pesar de esto, se marcha de la Costa del Sol para jugar en el Levante durante las próximas tres temporadas.
En el cuadro granota fue compañero de Keylor Navas, siendo titular por delante del actual portero del Real Madrid, y Stuani en un equipo en el que consiguieron el pasaporte para disputar la Europa League en la 09-10. Tras un notable rendimiento en su primera campaña en Orriols, consigue asentarse como portero titular: 24 partidos en la 10-11, 39 en la 11-12 y 29 en la 12-13. Durante su periodo como jugador del cuadro valenciano, Munúa fue uno de los implicados en el presunto amaño durante el Levante-Zaragoza en 2011, hecho por el que la Fiscalía Anticorrupción solicita que se impongan a los 37 jugadores acusados penas de entre dos y cuatro años de prisión y seis años de inhabilitación para la práctica del fútbol profesional. En aquel partido, el Zaragoza consiguió la permanencia tras ganar 1-2 a los valencianos, condenando al Deportivo al descenso.
Vuelta a casa 11 años después
En 2013, Munúa pone fin a su carrera en el Levante y firma por la Fiorentina para las próximas dos temporadas, pero su paso por la Serie A se queda en sólo una temporada. El cancerbero uruguayo disputó sólo dos encuentros con el cuadro italiano, lo que le hizo tomar la decisión de rescindir su contrato y marcharse en 2014 al club que le catapultó a Europa, al Nacional de Montevideo. En casa de nuevo, se volvió a proclamar campeón de la liga uruguaya, quinto Campeonato de Uruguay que sumó a su palmarés.
Con la Selección debutó en 1998 en un amistoso previo al Mundial de Francia. Munúa fue portero titular en la Copa América de 2001 en Colombia (Uruguay quedó cuarta clasificada). Además, disputó las eliminatorias al Mundial de Corea y Japón 2002, cita de la que formó parte del plantel celeste pero sin ser titular. Uruguay fue eliminada en la fase de grupos. También jugó en la ronda eliminatoria para el Mundial de Alemania 2006, copa en la que el combinado celeste no consiguió clasificarse.
Volvió a España como entrenador
En 2015 anunció que colgaba los guantes, pero no se retiraría del fútbol. Ese mismo año fue nombrado entrenador de Nacional, equipo con el que alcanzó cuartos de final de la Copa de Libertadores siendo eliminado por Boca en los penaltis tras empate 1-1. Su segunda aventura al mando de un banquillo fue en el LDU de Quito, equipo que dirigió hasta mediados de 2017 y donde no tuvo buenos resultados. Fue entonces cuando decidió volver a España. En noviembre del pasado año se anunció su vuelta al Deportivo, pero para tomar las riendas del Fabril, filial del club gallego, tras la marcha de Cristob al Parralo al primer equipo.
El Fabril de Gustavo Munúa es tercero en el Grupo I de Segunda B, empatado con 56 puntos con el segundo clasificado y a dos puntos del Rayo Majadahonda, líder con 58 puntos. Hace un mes se volvió a hablar sobre su presunta implicación en el amaño. El club coruñés pidió 15 millones de euros como compensación por el daño económico y cárcel para todos los implicados, entre los que supuestamente está Munúa. Sin embargo, Tino Fernández afirmó que no consideran culpable al uruguayo: "En principio pensamos que Munúa no está implicado en el amaño". A pesar de todo este lío, el ahora entrenador del Fabril no se ha pronunciado al respecto y sigue luchando por meter a su equipo en la lucha por ascender a Segunda, un posible ascenso que se truncaría si el primer equipo coruñés desciende de categoría.