Rodrigo Hernández tenía una prueba de fuego en el partido que medía al Villarreal con el Atlético de Madrid. El Submarino Amarillo recibía a los rojiblancos, donde aparentemente jugará el centrocampista la próxima temporada. Además, Rodri celebraba su primera convocatoria con la Selección Absoluta después de ser citado por Julen Lopetegui para los amistosos contra Alemania y Argentina, en donde se encontrará con Koke, Saúl y Diego Costa.
Pese a que todos los ojos estaban puestos en él, principalmente los de Simeone, el pivote no sintió la presión. Rodri completó 92 pases de los 103 que intentó (90,2% de acierto), 63 de ellos en campo contrario y fue una solución para la salida de balón jugada del equipo en todo momento. El centrocampista pasó el balón 24 veces a Jaume Costa, 15 a Manu Trigueros, 11 a Mario y otras 11 a Bonera. Envió correctamente el esférico a todos sus compañeros salvo al guardameta Sergio Asenjo, al que no tuvo que recurrir. Jugando en el vértice del rombo que suele colocar Calleja, se mostró sobrio y maduro, viendo la tarjeta amarilla por cortar un contraataque peligroso que iniciaba Ángel Correa. Además recuperó tres balones y su presión fue determinante a la hora de ir metiendo al Atlético en su campo durante la segunda mitad. Fue perdiendo socios a su lado, ya que el técnico acabó jugando con Sansone, Bacca y Ünal y Samu Castillejo llegando desde segunda línea, pero el Villarreal no se resintió en el centro del campo y acabó remontando el partido.
Si nada se tuerce, Rodrigo jugará el próximo curso en el Atlético de Madrid que pagará en torno a 25 millones de euros por él. Se unirá a los Godín, Forlán o Vietto, que cambiaron el Submarino Amarillo para jugar de rojiblanco en un equipo del que ya salió cuando formaba parte de la cantera.