El triunfo es obligatorio

El Celta pelea por Europa y el Málaga, por el milagro. El cuadro dirigido por José González llega a Balaídos a catorce puntos de la salvación.

Actualizado a 18 de marzo de 2018 04:04 CET

Salvador Sas / Diario As

El Málaga empezará el partido de esta tarde a catorce puntos de la salvación, cuando únicamente restan 30 en juego. Su descenso es sólo ya cuestión de tiempo, aunque la esperanza es lo último que se pierde. Eso sí, para aferrarse al milagro ya no le vale ni el empate en Balaídos.

El Celta, por su parte, tiene la obligación de vencer para no desengancharse de la pelea por Europa. Sin Wass y con Iago Aspas todavía renqueante por unas molestias en su rodilla derecha, el cuadro de Unzué apelará al potencial ofensivo de Maxi Gómez para imponerse al peor equipo de la categoría. Los celestes ya han comentado esta semana que jugarán con la ansiedad malagueña, pero pueden caer en su propia trampa (sigue el partido en directo en As.com).

Y es que si el partido se pone hoy cuesta arriba, Balaídos puede mosquearse. La temporada olívica está siendo muy irregular, Unzué no acaba de enamorar y la clasificación europea ya se ve como una obligación. Mucha gente sigue añorando aquel fútbol eléctrico de Berizzo. Porque este Celta es Aspas y poco más.

En Málaga cayó como una bomba la victoria del Levante contra el Eibar. Con 13 ridículos puntos el descenso ya lo tiene asumido y ya planifica el próximo año en Segunda División. Samuel García es baja por sanción. Miguel Torres o Diego González son candidatos a cubrir el lateral izquierdo de Ricca, ausente por lesión. Borja Bastón, que vuelve a una convocatoria siete jornadas después, puede ser titular. El Málaga no gana desde el 10 de diciembre en Anoeta. Desde entonces sólo ha sumado dos puntos de 39 posibles. Es el segundo peor colista de las grandes ligas europeas sólo por delante del Benevento italiano.

En Vigo, la sonrisa suele activarse cuando toca jugar en Balaídos, campo inexpugnable en lo que va de 2018. Tres victorias y tres empate es el balance céltico como local. Unzué apostará por su once habitual, quizás con la única variación de Pione Sisto, que aspira a recuperar su sitio en la izquierda en detrimento de Emre Mor. El turco ha sido de los más destacados en las últimas jornadas, pero el danés entiende mejor los movimientos del tándem letal formado por Aspas y Maxi.