De la Champions a Segunda: 5 años de imparable retroceso
Hoy se cumple un lustro del 2-0 al Oporto y la histórica clasificación del Málaga para cuartos de final de la Champions. Isco y Roque firmaron una remontada inolvidable.
Hoy, 13 de marzo, se cumplen cinco años de la que seguramente ha sido la noche de mayor gloria deportiva en la historia del Málaga en sus dos denominaciones (CD Málaga y Málaga CF). Aquel Málaga - Oporto de vuelta de octavos de final de la Champions League metió al equipo entonces dirigido por Manuel Pellegrini entre los ocho mejores de Europa. La Rosaleda vibró con un recital de fútbol y con una victoria que retumbó en el viejo continente. El Málaga formó aquel día con Willy Caballero; Jesús Gámez, Demichelis, Weligton, Antunes; Toulalan, Iturra; Joaquín, Baptista, Isco; y Saviola. En la segunda parte entraron Roque Santa Cruz, Lucas Piazón e Ignacio Camacho. Isco, de fuerte derechazo en la primera parte, y Roque Santa Cruz, de cabeza a la salida de un córner en los segundos 45 minutos, remontaron el gol logrado por Joao Moutinho en Do Dragao y pusieron la rúbrica a una clasificación histórica e inolvidable para el malaguismo.
Tras la gesta de Oporto, los blanquiazules cayeron en cuartos ante el Borussia Dortmund en un encuentro muy doloroso por cómo se produjo, con aquel gol en el descuento con un cuádruple fuero de juego. El árbitro Craig Thomson y sus asistentes pasaron a formar parte de la historia negra del malaguismo. Desde entonces y hasta ahora el club ha vivido un retroceso imparable. En la siguiente campaña no pudo jugar la Europa League por la sanción que le impuso la UEFA debido a su pésima gestión económica. Ese mismo verano salieron del Málaga Pellegrini y casi todas las estrellas de la plantilla (Toulalan, Isco, Joaquín, Baptista, Demichelis, Saviola...). Aterrizaron Bernd Schuster y jugadores como Tissone, Angeleri, Pawlowski o Bobley Anderson, entre otros, y el equipo sufrió de lo lindo para salvarse. La llegada de Javi Gracia y la explosión de la mano del técnico navarro de jugadores como Samu Castillejo, Samu García, Juanmi, Sergi Darder o un año más tarde Pablo Fornals revitalizaron el proyecto a pesar de que hubo algunos fichajes más que discutibles, y el Málaga acabó la Liga durante dos años consecutivos cerca de los puestos que dan acceso a jugar competición europea.
Juande Ramos cogió el testigo de Gracia en un proyecto con dinero gracias al notable incremento de los ingresos por los derechos televisivos y con Europa en el horizonte. Pero las inversiones realizadas, a excepción de Sandro Ramírez, resultaron fatales (Keko, Jony, Michael Santos, Bakary Koné, Kuzmanovic...). Después de dos entrenadores (Juande y Marcelo Romero), el club se entregó a Míchel y el preparador madrileño enderezó el rumbo del equipo y logró la permanencia firmando un gran final de temporada, en el que se logró ganar al Barcelona y se encadenaron cuatro triunfos consecutivos.
Esta temporada la planificación en verano, las injerencias del jeque y los errores cometidos en el campo y en los despachos durante el campeonato han terminado de dinamitar la decreciente trayectoria del equipo hasta dar con sus huesos en Segunda División. Hoy se cumple un lustro del día más brillante de la historia del club blanquiazul. Cinco años después de tocar la gloria, el club se encuentra en plena descomposición, descabezado, sin rumbo y virtualmente descendido. Y quedan dos meses de Liga...
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