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PSG - REAL MADRID

Cristiano Ronaldo lleva su racha a territorio comanche

El portugués ha marcado cinco goles o más a partir de octavos en los últimos seis años. Modric parece seguro, Kroos es duda. El PSG presiona a Brych, que pita el doble de penaltis a favor del local.
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Los jugadores del Madrid, en el Parque de los Príncipes.
Los jugadores del Madrid, en el Parque de los Príncipes.AFP
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Última hora del PSG - Real Madrid

Será sin Neymar, quizá sin Isco ni Bale y seguro con Cristiano y con el árbitro alemán Brych, a los que este PSG-Madrid sitúa en el centro de la escena. También con un guión dramático: un año en 90 minutos y dos entrenadores, Emery y Zidane, caminando sobre el alambre. No tiene red el francés y la que tiene el guipuzcoano no le librará de acabar en el suelo si cae.

Del Madrid se sabe que Modric, jugador muy influyente, estará en el once tras cinco partidos ausente y con sólo dos entrenamientos completos. Kroos lo tiene más complicado. Y Marcelo, tras media hora estupenda ante el Getafe, tranquilizó el ánimo de la hinchada, que no le ve sustituto.

El resto está en manos de Zidane, que dejó algunas pistas el sábado: Lucas no jugó ni un minuto, Asensio sólo 11 e Isco y Bale el partido completo. Atendiendo al criterio del reparto de esfuerzos cabe pensar que jugarán los dos primeros y se quedarán en el banquillo los dos segundos. Una apuesta por el trabajo sin la pelota y también un riesgo. Lucas Vázquez sólo ha sido titular una vez en Champions de octavos hacia adelante desde que llegó al Madrid. Asensio, ninguna, aunque el curso pasado, saliendo desde el banquillo le hizo un gol al Bayern y dio una asistencia en cuartos y marcó en la final ante la Juventus. Sentar a Bale sería un portazo al galés, cuyas sensaciones están muy por debajo de su aritmética: segundo anotador del equipo, con 11 goles, y tercer asistente pese a sus reiteradas ausencias. Lo mismo vale para Isco, otra vez en segunda fila.

Los poderes del PSG

A cambio, Cristiano es fuente de buenas noticias, un escalador. Cuanto más se empina la Champions, mejor es su ascenso. Lleva once goles (uno más que todo el Barça); entre cuartos y la final hizo diez el año pasado y lleva marcando cinco o más por temporada a partir de octavos desde 2011. Ha metido 14 tantos en los últimos ocho partidos y Zidane le ha quitado dos para que llegue impecable hoy. Argumentan los teóricos del optimismo que será difícil que no marque el Madrid en París y le dan la razón los antecedentes: de los últimos 45 partidos de eliminatorias de Champions disputados por el equipo sólo en cinco se quedó sin hacer gol.

También parece difícil que el PSG se quede en blanco. Esta temporada ha sido un bombardero: 19 victorias en 19 partidos en casa, a una media de cuatro goles por choque, aunque sólo el del Bayern (3-0) de altísimo nivel.

Cavani, Neymar, Mbappé y Di María han anotado 94 goles en 41 partidos. Todo el Madrid, 106 en 45. Sólo Di María ha hecho 13 en 2018 (17 en total) y 16 de los 19 resultados que el equipo ha logrado en casa le valdrían para pasar esta noche y dos le mandarían a la prórroga.

Pero al club y a Emery no les parece suficiente. El PSG, de hecho, ha montado una especie de cacerolada ambiental intra y extramuros. Hace dos semanas, Thiago Silva, Dani Alves, Marquinhos y Mbappé se reunieron con los ultras, que ayer recibieron al equipo con una pancarta de ‘Puta Madrid’. “Tenemos que ser más ruidosos que nunca”, es uno de los mensajes lanzados en los vídeos promocionales elaborados por el club.

Nada más acabar el partido del Bernabéu Emery preparó la vuelta: “Su tendencia era pitar cerca de ellos”. También Al Khelaifi: “El árbitro ayudó al Madrid”. Antero Henrique, el domingo, pedía un árbitro “de nivel excepcional”. Lo dijo después de que ya se conociera que pitará el alemán Brych, doctor en Derecho, y que pita el doble de penaltis a favor del local respecto al de fuera (24-12). Rocchi, el de la ida, presentaba un balance menos casero (18-14). Del once, pinta que Thiago Silva reemplazará a Kimpembe y que Lass será el mediocentro, pese a que no ha jugado un solo partido completo con el PSG desde que llegó. Y Di María cerrará el tridente. “Enseñará los colmillos”, dijo Emery. A él, que no le puso ni un minuto en la ida, y al Madrid.  

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