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Athletic ATH
1
Etxeita 45'
Spartak SPA
2
Luiz Adriano 0',Melgarejo 45'
Finalizado
El Athletic cubre el expediente en la noche más triste
JUAN FLORDIARIO AS
ASTV

No tiene mucho sentido escribir sobre un partido cuando hay una muerte por medio. Ni que 22 tipos en pantalón corto traten de divertir por una casi pueril pugna por un trasto redondo de cuero si durante esa disputa un ertzaina que intentó normalizar esa puesta en escena tan habitual desde que se inventó el fútbol, cae en una refriega entre escoria. Parece mentira que cada vez con más asiduidad este divertimento que paraliza al mundo y mueve millones de euros acabe quedando en un segundo plano ante la barbarie. ¿En qué cabeza humana cabe recorrer toda Europa desde Rusia sólo para desatar una pasión asesina? El nuevo terror de Europa son estos radicales rusos, a los que ni una ciudad blindada ha podido frenar su sed de matar.

Nada, ni un título, ni todas las copas de la historia de este maravilloso deporte, merecen una muerte. Aunque la noticia fue recorriendo San Mamés a lo largo del partido, las informaciones confusas hicieron que el partido se desarrollara con cierta normalidad. Eso sí, en la segunda parte se desplegaron bengalas en la esquina donde se acomodaban los más de dos mil hinchas espartanos que aterrizaron en Euskadi. El partido era lo de menos. Lloraba el fútbol por el muerto. Con el trágico incidente previo y el 1-3 de la ida, el partido casi molestaba, aunque al final cobró emoción casi como si fuera un homenaje al ermuarra Inocencio Arias García, que cayó en la lamentable batalla. El Athletic se tenía que limitar a guardar la ropa el primer tercio. El Spartak fue un borrón defensivo en la ida y lo será toda su vida, porque en Bilbao aún pareció más indigno.

Los leones pasaportaron el trago con cierta entereza. Ziganda puso en liza el mejor once posible, sin un Aduriz con molestias musculares. Zobnin y Promes coleccionaron un par de ocasiones, con disparos lejanos. No es que incordiaran mucho, pero sí sembraron cierta inquietud. El cántaro se fue sacando un bonobús a la fuente y acabó rompiéndose. Un pase límpio desde una orilla a Luiz Adriano permitió a este marcar de cabeza. La gente se revolvió al ver semejante panorama y Herrerín tuvo el feo gesto de reprocharles esa reacción. Pero Etxeita empató poco después y fue la vacuna de la tranquilidad. Puestos a mostrar su disconformidad, los seguidores rojiblancos pitaron la entrada de Aduriz en el minuto 83, entendiendo que era un acto cobardica de Ziganda, pero en realidad trataba de probar al crack local para el fin de semana ante el Málaga. El caso es Melgarejo aprovechó un balón dividido para añadir picante a cinco minutos para acabar. Lo de siempre: a este Athletic lo tumbas con un soplido. La platea otra vez vivió con el corazón en un puño. Aunque realidad su alma venía ya encogida por el fallecimiento fe un defensor de la ley.