Y El Sadar dejó de ser un fortín
Los de Diego Martínez sólo han ganado cinco encuentros en casa en lo que llevan de temporada. El Reus, último en puntuar.
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Osasuna siempre se ha caracterizado por ser un equipo que hacía de su feudo un fortín. Los rivales siempre ha hablado de la dificultad de sacar algo positivo del estadio navarro, considerado siempre una plaza complicada donde los rojillos acostumbraban a sacar la mayor parte de los puntos, cediendo muy pocos. Sin embargo, esta temporada El Sadar ha perdido su condición de inexpugnable. Los números hablan por sí solos. Los de Diego Martínez sólo han ganado cinco encuentros en casa en lo que llevan de temporada, ante Almería, Sporting, Albacete, Valladolid y Cultural. Han logrado siete empates y han perdido dos encuentros, con un total de 20 goles a favor y 16 en contra. Han sumado 22 puntos, cifra que resulta curiosa, ya que lejos de su estadio han sumado sólo un punto menos, 21 y han ganado un partido más.
Los rojillos llevan sin ganar en casa desde hace casi un mes, cuando el 21 de enero se impusieron a la Cultural. Técnico, jugadores y directiva han repetido en numerosas ocasiones, que quieren devolver a su estadio su condición de fortín, pero lo cierto es que su juego sigue sin convencer. El sábado pasado, ante el Reus ofrecieron una pobre imagen que consiguió acabar con la paciencia de los aficionados rojillos. Pese al apoyo incondicional que la hinchada rojilla suele prestar a su equipo, se escucharon pitos procedentes de la grada. El pobre empate a cero volvió a sacar a Osasuna de los puestos de play off. Sin duda esta temporada se han escapado demasiados puntos del estadio navarro y eso podría costar muy caro a final de temporada.
