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VALENCIA - REAL MADRID

Los 5 mayores desencuentros entre Valencia y Real Madrid

Hasta el fichaje de Mijatovic, la relación entre ambos clubes era estupenda; aquello lo cambió todo. Lo analizamos caso por caso.

MadridActualizado a
Mijatovic posa para AS.
JORGE FERNANDEZ

Valencia y Real Madrid han tenido, históricamente, buena relación. Eso puede chocar a tenor de lo enconada que está esa relación hoy, pero todo fue distinto antes del verano de 1996. Un hecho lo cambió todo: el fichaje de Mijatovic por el Real Madrid. Desde entonces, el equipo blanco es recibido en Mestalla con pitos y el estadio che se ha tornado de los más difíciles a visitar cada curso. Analizamos caso por caso cinco desencuentros que han marcado esa relación.

1. El fichaje de Mijatovic

Fue el inicio de todo. No se hizo oficial hasta el 1 de julio, fecha en la que el Real Madrid depositó la cláusula de rescisión del jugador en la LFP. Finalmente, ascendió a 1.489 millones de pesetas pero ya el día 13 de marzo de 1996 Mijatovic, de 27 años, lo tenía todo atado con el conjunto blanco. Sanz negoció a espaldas de Francisco Roig, presidente del Valencia, siguiendo la petición expresa de Fabio Capello, que habría de desembarcar en el Madrid para ganar la Liga en su primer año (pese a lo cual fue destituido). Roig, ofendido por las tácticas de Sanz, le atacó y el presidente blanco contestó: "Si he molestado a Roig lo siento, pero si se quiere llevar a alguno del Madrid, que lo intente. A ver si alguno quiere irse al Valencia". Y Mijatovic sentenció: "En el Valencia lo tengo todo, menos títulos, que es lo que quiero". Su camino de blanco no fue todo lo brillante que pudo ser (116 partidos y 36 goles), pero uno de esos tantos valió La Séptima en Amsterdam, lo que le situó automáticamente como una de las leyendas del club blanco. Su fichaje prendió la mecha y ese fuego entre Valencia y Madrid sigue vivo a día de hoy.

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2. La final de París

No tiene nada de polémico, pero sí es un dardo que quedó clavado en el corazón de la afición che. El Valencia alcanzaba por primera vez una final de Champions League y tendría que perderla con el rival que menos deseaba. Para colmo, el Valencia se sentía favorito en aquella final de la Champions 1999-2000, con un gran equipo que contaba con estrellas de nivel mundial como Cañizares, Mendieta, Kily González o el Piojo López. "Puede ser que alguien se sintiese favorito... Yo no, pero puede que alguien sí", dijo Cañizares años después. Por contra, el Madrid llegaba tocado, con Del Bosque haciéndose cargo del barco tras la destitución de Toshack en marzo y luciendo desde la alineación su temor a medirse con un equipo superior: Del Bosque alineó a cinco defensas (Salgado, Iván Campo, Karanka, Helguera y Roberto Carlos). Pero el guión no fue el deseado por el Valencia: 3-0 con goles de Morientes, McManaman y Raúl en un partido dominado de principio a fin por el Madrid. "No tuvimos opción. Eso hace que te duela menos", comentó Cañizares.

Raúl hace el 3-0 en París.
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Raúl hace el 3-0 en París.DIARIO AS

3. Mendieta, sólo por la cláusula

El verano siguiente, el de 2001, el Madrid se lanzó a por el fichaje de Gaizka Mendieta, centrocampista polivalente (podía jugar de lateral, interior, extremo...) con excelente golpeo, mucho gol y experto en el lanzamiento de penaltis. El vasco había liderado al Valencia hasta otra final de Champions, ésta perdida por penaltis contra el Bayern de Múnich, y su cotización era altísima. Pero el club blanco se topó con la negativa rotunda de Pedro Cortés, el presidente del Valencia, a negociar: la cláusula o nada, siendo ésta de 10.000 millones de pesetas (60 millones de euros). Una cantidad a la que el Madrid no se planteó llegar, pese a tener atado al jugador. "Está descartado, aunque Mendieta nunca le dijo que no al Real Madrid; al revés, le dijo que sí. El que ha dicho que no es el Valencia a una negociación con el Real Madrid. Por eso no hay punto de retorno", contó Valdano, entonces director deportivo blanco. Fue más allá el Valencia, con Manuel Llorente, (años más tarde presidente del Valencia y que también endureció las condiciones para vender a Villa hasta el límite de frustrar el fichaje) como ideólogo de la operación: Mendieta acabó marchándose a la Lazio a cambio de 45 millones de euros (unos 7.500 millones de pesetas) con una cláusula anti-Madrid que impedía que fuese al equipo blanco un año después. Mendieta acabó en Roma, donde apenas tuvo protagonismo y su carrera se frenó.

4. El Ushiro-Nage

Partido de Liga entre Real Madrid y Valencia en el Bernabéu en la temporada 2003-2004. El conjunto che se adelantó en el 74' gracias a un gol de Ayala y el partido parecía que iba a terminar así, pero en el 92' el colegiado Murciano Tristante Olivera señaló penalti por falta de Marchena sobre Raúl en el área. Lo hizo varios segundos después de cometerse la acción, tal vez instado por su linier, pero la reacción de todo el equipo valenciano fue iracunda, pues entendieron que Raúl se dejó caer (aunque Marchena tiene su brazo sobre el pecho de Raúl y le rodea con él). Alberto Blanco, entonces presidente de la Federación de Judo, aclaró en AS: "Esto en judo es un Ushiro-nage, o lo que es lo mismo, un control y una proyección hacia atrásMarchena le hace penalti a Raúl. Le derriba claramente. El árbitro incluso debería haber expulsado al valencianista... Se aprecia perfectamente: bloqueo, desequilibrio y caída. Penalti justo".

El Ushiro Nage.
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El Ushiro Nage.

5. Villa, tampoco

Florentino retornó al Real Madrid en el verano de 2009 y se propuso devolverlo al primer nivel europeo con varios fichajes de postín: Cristiano Ronaldo, Kaká, Xabi Alonso... y faltaba un delantero, puesto para el que el favorito era David Villa. Sin embargo Manuel Llorente, entonces presidente del Valencia, no lo iba a poner fácil. El Madrid fue subiendo sus ofertas progresivamente (36, 40, 43...) en una operación que incluía a Negredo, al que el Madrid tasaba en 18 millones. Pero cada vez que el club blanco llegaba a la oferta solicitada, el Valencia pedía un poco más. El fichaje estaba casi hecho, tanto que Florentino apareció en Canal 9 afirmando que era cuestión de tiempo nada más, pero la última petición del Valencia (48 millones, a cinco de los 43 en que se plantó el Madrid) fue demasiado y el pacto se rompió, pese a que Villa ya había dado el sí al club blanco. El Madrid fue a por su segunda opción: Benzema, a cambio de 35 millones desde el Olympique de Lyon. Y el Valencia acabó vendiendo a Villa al Barcelona un año después por 42 millones.