Inglaterra: la amenaza de Kane y los jóvenes que llegan

Inglaterra mira al futuro con optimismo. El desarrollo de su cantera (campeones del Mundo Sub-20 y Sub-17 y de Europa Sub-19 en 2017) y la maduración de jugadores en la edad idónea para brillar (Kane, Dier, Alli, Sterling...) ha paliado los años de tristeza que viene padeciendo el fútbol inglés. Gareth Southgate se ha ganado el derecho a continuar en el banquillo, al menos, hasta el Mundial. No le tiembla el pulso en rejuvenecer la plantilla y abrir paso a nombres emergentes.

Southgate analizó con atención la disposición táctica que se ha puesto de moda en la Premier (3-5-2) y la ha trasladado a su selección en una variante con pequeñas permutas (3-4-2-1). Harry Kane emerge como su referencia más fiable, escoltado por la velocidad de Rashford o Sterling. Los carrileros (Walker y Rose, en condiciones normales) marcan la postura de un equipo que no cuenta con centrocampistas de primer nivel y sujeto a la regularidad defensiva de un Stones proclive a cometer errores significativos. Es hoy Inglaterra un equipo en crecimiento, que sólo ha perdido un partido de clasificación desde 2009, aunque aún no tiene la entidad competitiva de antaño.

Virtudes

Delantero total. Todas las ilusiones de Inglaterra pasan por un Harry Kane al que todavía no se le han visto límites. Gran jugador dentro y fuera del área.

Llegadores. Tiene en nómina a diversos futbolistas con el talento de aparecer desde segunda línea. Dele Alli, la amenaza.

Defectos

Falta de calidad. A Inglaterra le huyen los futbolistas creativos en la medular, tan necesarios en ciertos momentos de los partidos.

La portería. Se supone que Pickford ya ostentará la vitola de titular en la Liga de las Naciones. No está exento de protagonizar equivocaciones sonadas como todos los últimos porteros ingleses.