NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

BARCELONA

El 'Mosquito' Dembélé tuerce el gesto del Barcelona

Su lesión agria el espectacular inicio del Barça. Existe inquietud con la segunda lesión del joven francés, muy falto de confianza, y el método de trabajo a seguir.

El 'Mosquito' Dembélé tuerce el gesto del Barcelona
Alex CaparrosGetty Images

La espectacular primera vuelta del Barça y su estado de felicidad general después del tristón inicio de curso post-Neymar sólo tienen un nubarrón. Las lesiones de Ousmane Dembélé tuercen algo el gesto del vestuario, preocupado por la segunda caída del francés esta temporada. Aunque el Barça se apresuró este lunes a desvincular su nueva lesión (rotura fibrilar del músculo semitendinoso de la pierna izquierda) de la operación de bíceps femoral a la que fue sometido a mitad de septiembre, es lógico que alrededor del jugador haya inquietud. Más allá del periodo que estará de baja (con los 30 días que se calculan del nuevo percance podría acumular 140 días fuera de combate en la temporada), hay cierta atmósfera pesimista por el inicio del Mosquito. Después de tres meses y medio de trabajo en silencio después de la operación, el regreso tampoco ha sido el esperado. A Dembélé se le ha visto algo fuera de la dinámica de juego y, lo que es peor, sin confianza. Esta nueva lesión, que pudo estar originada en las ligeras molestias que sintió después del partido ante el Celta, confirma la inseguridad del futbolista.

Recuperar a Dembélé, una inversión de 145 millones de euros, es una prioridad. Pero la primera misión del club en general y el vestuario en particular es que el jugador pierda los miedos. A ser uno más del grupo y a soltarse. Y a recuperar la explosión que demostró como jugador del Borussia Dortmund. A Dembélé se le ha visto cohibido. En su reaparición en Vigo se le vio perdido. Valverde, en un buen gesto, le dio la camiseta de titular en el partido contra el Levante para que el jugador fuese soltando piernas y nervios. Lo hizo a medias. Y tampoco convenció el rato que salió ante el Celta en la vuelta de octavos en Copa ni en Anoeta, aunque nadie sabe cuándo pudo lesionarse ahí porque el futbolista está demostrando un carácter introvertido que ha sorprendido a cualquiera que siguiese su comportamiento en redes sociales hace apenas un año. La responsabilidad parece atenazarle en sus primeros meses como azulgrana.

Existe la esperanza dentro del Barça de que estas dos lesiones en la pierna derecha sean meramente casuales, pero deben ser vigiladas. Ante una inversión tan gigantesca es lógico que también se activen las alertas existan los miedos de haber fichado a un jugador frágil y con tendencia a lesionarse. Dembélé, declarado en rebeldía en el Dortmund en verano, no hizo una pretemporada en condiciones. Ese no es un detalle baladí, menos en un jugador joven que, como puede observarse a simple vista, todavía está modelando un cuerpo en fase final de formación. Es lógico que en los servicios médicos del Barça se multipliquen las reuniones para saber qué tipo de recuperación le conviene al jugador y qué tipo de método de trabajo es el mejor para poner fuerte el tren inferior y no convertirlo en un futbolista de cristal. Hay mucho en juego en esa recuperación de Dembélé.