Tony Chapron es reincidente: ya tuvo polémicas con el Athletic, el Valencia, el Sevilla, Ibrahimovic...
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La expulsión al jugador del Nantes, Diego Carlos, no es la primera polémica que el árbitro Tony Chapron protagoniza en Francia y Europa. Chapron, de 45 años, profesor residente en Grenoble y natural de la localidad bretona de Flers, ha arbitrado más de 200 partidos en la Ligue 1 desde que debutara en la temporada 2004-2005 y en 2006 adquirió la condición de internacional. Ello le ha permitido arbitrar a varios clubes españoles tanto en Champions como en Europa League y a las categorías inferiores de la Selección. Además, ha arbitrado partidos en las ligas de China, Arabia Saudí, Túnez, Egipto y Luxemburgo, la Eurocopa Sub-21 de 2009 y el Mundial Sub-17 de 2011.
Valencia, Sevilla y Athletic han sufrido en sus carnes en la Europa League sus arbitrajes y su afán de protagonismo. Los che, entonces entrenados por Unai Emery, lo padecieron en un partido contra el Brujas en Bélgica en febrero de 2010 (1-0). Chapron permitió el juego duro de los belgas, Mathieu salió del partido con una lesión que lo tuvo de baja casi tres meses y Silva acabó desquiciado y expulsado. Era la tercera expulsión de la carrera del canario, que no ha vuelto a ver una roja desde entonces.
Emery volvió a encontrarse con él en 2013 cuando arbitró un Friburgo-Sevilla. Chapron quiso sacar su faceta de docente para dar a Bacca una lección de cómo ser sustituido. El colombiano iba a dejar su lugar en el campo a Rusescu cuando el colegiado se puso a correr tras él para que se diera prisa en hacer el cambio. A punto de llegar a la línea de banda, el colegiado llamó al central y le sacó tarjeta amarilla. Misma cartulina que minutos después vio su sustituto, estupefacto, tras anotar el gol del 0-2, que el rumano celebró poniéndose el esférico debajo de la camiseta para dedicárselo a su hijo. Chapron justificó en el acta ambas amarillas por retrasar la reanudación del juego.
El Athletic y la afición de San Mamés, por su parte, vivieron un esperpento con él en un partido contra el Rapid de Viena en septiembre de 2016. Al final de la primera mitad, en una misma jugada anuló un gol a Williams, señaló penalti a instancias de uno de sus asistentes y antes del lanzamiento desde los once metros volvió sobre sus pasos y señaló definitivamente fuera de juego, ante el estupor del público y las protestas de los jugadores rojiblancos.
Polémicas en Francia
Definido en 2009 por Le Figaro como "experto en polémicas", hace casi tres años, en marzo de 2015, Chapron dejó su impronta de protagonista en un encontronazo con Zlatan Ibrahimovic, arbitrando, como ayer, un partido del PSG. El delantero marcó un hat-trick al Lorient (su equipo ganó 3-1) y al finalizar el encuentro, aún sobre el césped, el sueco acudió al encuentro del colegiado para reclamarle el balón del partido. Chapron no se lo otorgó e Ibrahimovic le recriminó dedo en alto su negativa. No acabó ahí. Ibra lo esperó en el túnel de vestuarios y le insistió: "Señor árbitro, el balón". "Espere, espere. Soy yo el que decide", le respondió Chapron. El sueco no dudó en replicarle: "¿Espero a qué? Ah, vale, usted quiere ser el jefe, ¿es eso? Usted es el jefe, ¡vale! Está bien para la cámara", dijo Ibra adivirtiendo la presencia de las cámaras de Canal+ Francia, que grabaron la escena.
Ínfulas aparte, antes de ese incidente con Ibra Chapron ya era conocido en el fútbol francés. En la temporada 2005-2006, su segunda campaña en la máxima categoría, se hizo conocido por sus penaltis por agarrones. Después, Chapron fue adquiriendo fama de autoritario y poco dialogante. En abril de 2007, tras un Nancy-Lorient, el capitán del equipo local, Cedric Lecluse, denunció que le había dicho "cierra el hocico" al ir a hablar con él a su vestuario. "Iré hasta el final para que Chapron sea sancionado", dijo Lecluse.
Casi dos años más tarde, en marzo de 2009, los jugadores de Niza y Mónaco censuraron sus formas tras un derbi de la Costa Azul. Olivier Echouafni, entonces jugador del Niza, dijo de Chapron que había tenido "una actitud inadmisible e incomprensible. Ha hablado mal a muchos jugadores y se ha pasado de la raya". Modesto, del Mónaco, ratificaba su versión: "Es la primera vez desde que juego en la Ligue 1 que me pasa eso con un árbitro. Era un derbi tranquilo. Hay palabras del árbitro que han ofendido a los jugadores. Ha sido muy agresivo, hemos intentado hablar con él dos o tres veces y nos ha mandado a paseo".
"Zurrapa de bidé" y "vergüenza de la humanidad"
Dos meses más tarde, en el tramo final de la temporada 2008-2009, se ganó la etiqueta de Le Figaro citada párrafos atrás por un polémico arbitraje en un Valenciennes-Girondins (1-2) de la 35ª jornada. Chapron expulsó a dos jugadores del equipo local y su presidente, Francis Decourrière, le acusó de haberles dicho: "Haremos todo para que descendáis a la Ligue 2. Las tarjetas hoy son para el Valenciennes", que afrontaba el partido con siete puntos de ventaja sobre la zona de descenso a falta de cuatro jornadas. Decorrière se despachó a gusto contra Chapron, calificó su actuación de "escandalosa" y lo llamó "zurrapa de bidé" y "vergüenza de la humanidad".
"Solemos decir que un buen árbitro es aquel que no se hace notar. Sin duda, a Tony Chapron no se le puede incluir en esta categoría", escribió Le Figaro sobre su arbitraje en aquel partido. Días después, Chapron renunciaba a arbitrar el Boulogne-Estrasburgo de Segunda y alimentaba la polémica con las declaraciones en las que justificaba su renuncia: "Hemos decidido que no vale la pena provocar a la gente del Norte, ya que parece que soy racista, anti-Chts [apelativo con el que se conoce los habitantes del norte de Francia]...".
"Tony Chapron es un inepto y le hace un mal notable al arbitraje francés"
Otras dos expulsiones soliviantaron en septiembre de 2010 a otro presidente del fútbol francés, el del Lens. Jean-Michel Larqué cargó contra él tras un Lens-Lille (1-4) en el que su equipó acabó con nueve: "Tony Chapron es inepto y hace un mal notable al arbitraje francés". Los medios compartían su opinión: "¿Ha perdido el norte Chapron?", se preguntaba la web de RMC. El trencilla no se quedó callado: "Cuando un jugador reclama claramente una amonestación, es él quien debe recibir una tarjeta amarilla. He aplicado las directrices de la Dirección Nacional de Arbitraje [DNA, el equivalente en Francia al Comité Técnico de Árbitros]. ¿He hecho un mal partido? Si la DNA considera que no lo he hecho bien, os lo explicará", se justificó.
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