Gerard Moreno señala el escudo y el Levante, a Morales

Ponga un Morales en su vida, piensan los seguidores del Levante, después de que su extremo haya dado alas a los granotas en esta Copa. Anotó el empate, de penalti, y fue el artífice al 90 por ciento del 1-2. Y quite a un Fernández Borbalán de la suya, creerán muchos pericos, pues esa pena máxima del 1-1, tras un balón que había salido por la línea de fondo, no debió señalarse. Como sí lo hizo con su escudo, tras marcar el primer gol del choque, Gerard Moreno.

Aunque se anotaron dos goles, el primer tiempo se jugó con las manos. Hasta dos cometió de manera involuntaria Víctor Sánchez, quien se estrenaba en el mediocentro, dentro del área. Pero no se penalizaron, a diferencia de la otra de Samu en la medular. Protestaron los granotas ese presunto agravio y aprovechó el desconcierto Granero para servir la falta a Piatti, quien enviaba un centro de rosca a la cabeza de Gerard para establecer el 1-0, con el que vibraron Cornellà y el canterano, quien se señaló el escudo justo cuando se especula sobre una potente oferta para su salida.

Pero el juego de las manos no terminó ahí. De nuevo Víctor tocó el esférico con el brazo, esta vez con mayor claridad, pero justo cuando el balón había salido por la línea de fondo. No vieron Borbalán ni el asistente el saque de puerta, pero en cambio señalaron sin titubeos el penalti. Lo transformó Morales, engañando a Diego López.

Y el portero perico de la Copa (por ahora) salvó a los suyos del gol de Boateng, en una reanudación eléctrica en que Sergio García estrelló un disparo en el palo y Naldo se sumó al vértigo, que explotaría tras una pérdida del Espanyol. Morales, incansable, hizo suya la carrera y los recortes en el área ante Naldo y Víctor Sánchez para ceder, casi regalar, el 1-2 a Ivi.

Echó mano de la furia el Espanyol, que pudo con un chut de Darder al palo y otro de Gerard que salvó Raúl maquillar un resultado malo para la vuelta, esperanzador para el Levante, que vuelve a ganar mes y medio después.