Cinco victorias, tres derrotas y un empate para el Betis en sus últimas nueve visitas a La Rosaleda, estadio que se le ha dado especialmente bien a los verdiblancos y que en las dos últimas temporadas ha servido de balneario para un equipo que casi siempre se ha movido este tiempo de la tabla para abajo y al que la victoria en Málaga llegaba en momento vital. El Betis de Haro y Catalán ha encontrado en el campo de Martiricos un bálsamo que espera volver a probar mañana, ante los de Míchel, que se encuentran en el fondo de la tabla e incluso más necesitados.
Agobiado y tras siete jornadas sin ganar (casi como ahora) llegó el Betis a Málaga este año el Día de Andalucía (28-02-2017). Se la jugaba Víctor Sánchez de Amo, el segundo entrenador de la campaña, pero Fornals adelantó a los locales. En la segunda mitad, Jonas Martin y Sanabria lograban darle la vuelta al marcador (1-2) y mucho aire a su equipo, a su técnico y a sus dirigentes después de haber caído derrotados (1-2 también) en los últimos minutos del derbi sevillano en el Benito Villamarín.
Tampoco estaba sobrado de puntos el Betis de Pepe Mel hace dos años, justo tras retornar a Primera, cuando visitaba el 7 de noviembre de 2015 la Costa del Sol después de haber perdido en casa ante Espanyol y Athletic y empatado fuera contra el Granada. Un gol de Rubén Castro en el minuto 64 certificaba el 0-1 y permitía que el entrenador madrileño y su gente respiraran en aquel momento. Dos meses después, Mel era destituido.