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El Getafe recuerda a Quique: “Nos hacía correr como c...”

Craioveanu, Pachón y Cotelo reconocen su Getafe en el Espanyol. Destacan principalmente su "rigor defensivo" y señalan varios puntos que se repiten ahora.

Quique Sánchez Flores.
CARLOS MARTINEZ

EI Getafe se estrenó en Primera en 2004 y fió su suerte a un joven entrenador de 39 años, con apenas una experiencia en los juveniles del Real Madrid como carta de presentación. Más de 13 años después, el conjunto madrileño se mide al Espanyol, entrenado por el mismo técnico, ahora de 52 años, que responde al nombre de Quique Sánchez Flores. Del primer Quique al actual, después de pasar por Valencia. Lisboa, Madrid, Emiratos Árabes y Londres, dista una amplia temporalidad. Pero la trazabilidad de su carrera siempre ha mantenido el mismo grueso, cortado por un patrón reconocible. “Veo al Espanyol de ahora y se refleja aquel Getafe: seriedad y equipo con empaque. Pero además ellos tienen más calidad”, relata Sergio Pachón, jugador de aquel equipo de 2004, incluso pichichi durante una jornada hasta que se lastimó la rodilla.

Las palabras de Gica Craioveanu, uno de los líderes de ese equipo (“tenía un buen vestuario y un buen segundo, como Escribá. Los veteranos le ayudamos”), las podría firmar hoy Gerard. “Su éxito se basaba en el rigor defensivo. A mi me decía que era el primer flitro, porque era uno de los delanteros. Nos hacía correr como cabrones (sic). Recuerdo que en el Camp Nou tuve que marcar a Xavi, y a mí no me gustaba defender, pero si no lo hacía no jugaba. Nuestra misión era marcar al mediocentro y teníamos que estar bien físicamente, porque si no luego no llegabas fresco arriba”, dice el rumano, quien considera que “Quique no ha cambiado, sigue fiel a sus principios”.

El propio Pachón secunda las palabras de Craioveanu, incluso reconoce que ese rigor defensivo aplicado a los delanteros fue una novedad. “Había sido el típico delantero centro de toda la vida, pero él me puso de mediapunta. Mi objetivo era marcar a su mediocentro creativo. Luego tenía libertad. Quique le hace poner el mono de trabajo hasta el más pintado, que era Craioveanu”, replicó. Por eso mismo, para Pachón, que ahora también es entrenador, Quique fue el técnico del que más aprendió: “Es el entrenador que más me ha marcado. Y eso que empezamos la temporada perdiendo los primeros tres partidos, pero el nos hizo creer en que con trabajo era posible”.

Quique Sánchez Flores.
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Quique Sánchez Flores.GORKA LEIZA

Una de las diferencias de aquel Quique al actual es la flexibilidad de sistemas de juego. Antes, los jugadores reconocieron que llegaron a cambiar de esquema varias veces, pasaron por el 4-3-3, 4-2-3-1 e incluso llegaron a jugar con una defensa de cinco. Pero los conceptos son similares a los actuales. Mario Cotelo, delegado del Sporting de Gijón y mediocentro con Quique en aquel Getafe, epxlica que “mantiene el orden defensivo desde el primer día. Y sus equipos crecen a partir de ahí. Eso no significa que sea un técnico defensivo. Recuerdo que en nuestra época trabajaba muy bien la línea de cuatro defensores y de los dos mediocentros. Como jugador sabías en todo momento lo que tenías que hacer. Su estructura defensiva siempre le ha dado resultados…”.

Asimismo, Cotelo apunta un aspecto que se aprecia en los partidos del Espanyol: “A los mediocentros nos decía que tuviéramos orden, libertad en ataque pero que recuperáramos posición y estuviéramos siempre por detrás del balón”. Y Pachón apunta a su capacidad para buscar las flaquezas al rival, otro de los aspectos que hace que en cada partido perico existan martices: “Intentaba inculcarnos los puntos débiles desde la salida de balón. ¿Qué podemos hacer nosotros para hacerles daño? Lo tenía estudiado de pe a pa. Sabíamos sus puntos débiles y te facilitaba el trabajo”.

El primer Quique sigue vigente también en el Espanyol.