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AL01. COLONIA (ALEMANIA), 14/11/2017.- El jugador de la selección alemana Toni Kroos (i) disputa un balón frente al jugador francés Antoine Griezma (d) hoy, martes 14 de noviembre de 2017, durante un partido amistoso internacional entre las selecciones nacionales de fútbol de Alemania y Francia, en Colonia (Alemania). EFE/SASCHA STEINBACH
AL01. COLONIA (ALEMANIA), 14/11/2017.- El jugador de la selección alemana Toni Kroos (i) disputa un balón frente al jugador francés Antoine Griezma (d) hoy, martes 14 de noviembre de 2017, durante un partido amistoso internacional entre las selecciones nacionales de fútbol de Alemania y Francia, en Colonia (Alemania). EFE/SASCHA STEINBACHSASCHA STEINBACHEFE

Tras firmar una fase de clasificación de ensueño con diez victorias de diez, la selección alemana despidió el año con dos encuentros que generan dudas. Tras un empate a cero de lo más gris en su visita a Wembley, la campeona del mundo tampoco pasó de las tablas ante un combinado francés que atropelló a los de Joachim Löw a la contra en más de una ocasión. Los de Deschamps, en cambio, volvieron a presentar su candidatura al título mundialista y parecen haberse convertido en el nuevo verdugo teutón, selección a la que ya eliminaron de la pasada Eurocopa.

Sin Griezmann en el once, la Tricolore se centró desde el pitido inicial en aquellas virtudes que la han convertido en un conjunto de lo más temible. Sin pasar demasiados apuros atrás debido a la falta de velocidad en el juego de la Mannschaft, los vice campeones de Europa trataron de robar en el centro del campo y lanzarse a la contra. Los teutones temblaban cada vez que Mbappé, Martial y Lacazette echaban a correr, pero el imperial Trapp detuvó los primeros intentos de los visitantes. No pudo hacer nada en cambio en una gran combinación de los franceses que Lacazette terminó empujando al fondo de la red.

Alemania necesitaba un impulso. Kroos no gozó de su mejor noche, erró en demasiados pases, pero a la campeona del mundo le sobra calidad en el centro del campo. Nada más comenzar la segunda mitad, Khedira recuperó un balón, Özil mando en profundidad a Werner y el ariete de moda no perdonó solo ante Mandanda. Era el momento de Alemania. La anfitriona apretaba, tuvo oportunidades, pero volvió a perder de los ojos a los tres mosqueteros franceses. Un balón filtrado de Mbappé bastó para volver a poner en evidencia a la zaga alemana que no pudo evitar el segundo de Lacazette. Griezmann entró faltando un cuarto de hora, pero el protagonismo fue para el recién incorporado Stindl que subió el 2-2 final en el último suspiro de partido.