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BÉLGICA

Los jugadores del Genk, indignados por obligarles a llevar una pulsera electrónica

El club belga pretende hacer un seguimiento exhaustivo de su ritmo cardíaco y descanso. "Pueden saber hasta cuando practicamos sexo".

El entrenador del Genk, Albert Stuivenberg, da instrucciones a sus jugadores en un entrenamiento en Vigo en abril de 2017.
MIGUEL RIOPAAFP

La obsesión de los entrenadores por vigilar cada detalle del estado de forma de sus jugadores no encuentra límites en el desarrollo tecnológico. Y ha sido el discípulo de una escuela de la meticulosidad el que ha dado el último paso. El Genk que entrena el holandés Albert Stuivenberg ha decidido que sus jugadores porten pulseras para hacerles un exhaustivo seguimiento de su estado físico.

La nueva herramienta de Stuivenberg, que fue seleccionador de las categorías inferiores de Holanda y ayudante de Louis van Gaal en el Manchester United, pretende conocer la evolución del ritmo cardíaco de sus jugadores las 24 horas del día para poder mejorar sus planes de entrenamiento. "El tiempo de recuperación después de un esfuerzo físico es diferente para cada jugador. Con estos datos podemos determinar la intensidad de los entrenamientos", defiende Ruben Peeters, preparador físico del Genk, en declaraciones al medio belga Het Laatste Nieuws.

"En el club saben hasta cuando mantengo relaciones sexuales"

Jugador del Genk en declaraciones al 'Het Laatste Nieuws'.

Las pulseras Whoop —que así se llaman estos dispositivos de 500 euros controlados a través de una app— han levantado ampollas en la plantilla belga, en la que milita el español Alejandro Pozuelo, ex del Betis y Rayo Vallecano. Sus compañeros han mostrado su enfado en la prensa belga, aunque de forma anónima. "Los delincuentes llevan tobilleras electrónicas y en el Genk llevamos pulseras. Me siento como un preso", dijo a Het Laatste Nieuws un jugador que no quiso revelar su identidad. Otro que también quiso preservar el anonimato, comentó: "En el club saben hasta cuando mantengo relaciones sexuales. Para mí, es un atentado a nuestra vida privada".

La pulsera 'Whoop' Strap 2.0.
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La pulsera 'Whoop' Strap 2.0.whoop.com

La controversia ha llevado a algunos jugadores a negarse a portar la pulsera de la discordia, como el caso del capitán Thomas Buffel (36 años). Las autoridades que velan por la privacidad en Bélgica apoyan su decisión: "No se puede obligar a un jugador a llevarla. Quienes se nieguen no pueden ser sancionados. En caso contrario, pueden denunciarlo", advirtió Sarah Boulerhcha, portavoz de la Agencia Belga para la Protección de Datos.

El Genk se defiende alegando que los futbolistas no están obligados a llevar la pulsera y que pueden quitársela en cualquier momento que lo deseen. "Usado por muchos jugadores jóvenes, la Whoop es una verdadera herramienta de trabajo. Permite conocer mejor su cuerpo. Forma parte del seguimiento físico de los jugadores, igual que los regímenes de nutrición y entrenamiento o los tracker GPS", explicó el club belga en un comunicado. "Esta herramienta de medición procede de deportes individuales como la natación y el tenis y permite medir la frecuencia cardíaca, la recuperación y el sueño para determinar la intensidad de los entrenamientos para cada jugador a la vista de los datos".

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