El Milan no pudo con el AEK

Un Milan indolente fue incapaz de ganar al AEK de Manolo Jiménez, bien plantado tácticamente, lastrados por su falta de acierto de cara a puerta y sin muestras de mejoría tras caer ante el Inter el fin de semana pasado.

El Milan comenzó sabiéndose superior y le costó varios minutos coger el timón del partido ante un equipo que tenía poco que perder. Sin norte en la medular, los de Montella simplemente esperaban a que Suso inventara de la nada o Cutrone enganchara algo potable arriba pero se topó con un AEK que se basó en asfixiar al rival cerrándoles los espacios. Suficiente ante este Milan.

Los rossoneros se conformaban con hacer oleadas de peligro pero los de arriba no andaban finos. Cutrone y Locatelli lo intentaron sin suerte, y Musacchio hizo contener la respiración a todo San Siro cuando perdió un balón fácil dentro del área pequeña y Donnarumma, otra vez salvador con dos estiradas de museo, casi se la mete dentro con el pie. El susto les hizo reaccionar, y metieron en su área a un AEK que esperaba el descanso como un luchador espera la campana estando contra las cuerdas.

Con el Milan decidido a buscar el gol, y los de Manolo Jiménez cada vez más cómodos agazapados en su campo, fueron pasando los minutos y con ellos la sensación de que ese ansiado tanto no llegaría. El run-run sonaba en el Giuseppe Meazza, que ya vio cómo el Inter se coronaba en la ciudad hace escasos días, y solo intentos esporádicos hacían mantener la esperanza en un equipo sin fútbol ni gol.

A André Silva le faltó la pólvora que sí tuvo en los anteriores dos partidos en esta Europa League y su desacierto hartó a Montella, que le cambió por Kalinic. Ahí creció el Milan, que mandaba pero apenas inquietaba con disparos lejanos que raramente iban a puerta. Calhanoglu y Crotone buscaban, con potencia pero sin colocación, la meta de un Anestis que acabó la faena vistiéndose de héroe.

Fue tras una intervención ante Suso, que lo hizo todo bien y picó el balón ante la salida del portero, pero la reacción de este fue aún mejor. Ya con el Milan volcado a la desesperada, el guardameta griego volvió a sacar un centro-chut cerrado de Calhanoglu cuando el público cantaba el gol.

Con este triunfo, los de Montella siguen liderando el grupo D con siete puntos, dos más que el AEK, con el que se enfrentará en la cuarta jornada.