No es aún el General Invierno, pero Moscú recibió al Sevilla con cinco grados. Un baño de contraste comparado con el interminable verano andaluz (sigue el partido en directo en As.com). El que está destemplado es Berizzo, sobre quien se centra parte de la atención en Rusia. Su política de rotaciones genera dudas permanentes. El rendimiento en los grandes escenarios (derrotas en el Metropolitano y San Mamés) y la falta de automatismos en un equipo que se da la vuelta como un calcetín cada partido desconciertan en parte. En la Champions, sin embargo, todo va viento en popa. Meritorio empate en Anfield y paseo con hat-trick de Ben Yedder contra el Maribor. Dice Massimo Carrera, jugador de la Juventus de los noventa, exayudante de Conte y actual entrenador del Spartak, que han trabajado en cómo frustrar al Sevilla.
El Spartak mantiene su cartel de “equipo del pueblo”. En la antigua URSS, el CSKA era el equipo del ejército; el Lokomotiv, del ferrocarril; el Torpedo, del automóvil, el Dinamo, de la policía y el KGB. El Spartak vio sus mejores días en los albores de los noventa. Con Romantsev al mando y Karpin, Shalimov y Radchenko, llegó a la semifinal en 1991. Ahora está instalado en un intrascendente puesto 98 del ránking UEFA con Luiz Adriano como estrella. Buen día para encontrar a Nolito, que ha tenido un inicio por debajo de las expectativas. Vuelve Banega. El problema está en defensa. Con Pareja y Carriço KO,Kjaer hace temblar a Berizzo. Llegó cojeando a Moscú pero ayer se entrenó y podría forzar.