Valencia: 5 razones por las que creer en Europa
El Valencia ha empezado la campaña como un tiro. Desde el club se recela de hablar de Europa, pero las sensaciones que deja el equipo y el club obligan a pensar en positivo.
El Valencia, de la mano del triunvirato Murthy-Alemany-Marcelino, ha empezado la campaña como un tiro. Desde el club se recela de hablar de Europa, pero las sensaciones que deja el equipo y el club obligan a pensar en positivo. Estas son las razones para pensar en que el Valencia volverá a Europa la próxima temporada:
El cambio
Mateo Alemany y Marcelino, principalmente, le han dado la vuelta al Valencia como un calcetín. Todo es distinto. El curso pasado a estas alturas ya se había despedido a Ayestarán y llegaba Prandelli. Con 15 puntos es tercero en la tabla, el curso pasado sólo acumulaba 6 pese a la reacción propiciada por Voro. El vestuario es una piña después de la limpieza de este verano. Los jugadores empiezan a ir con sus selecciones nacionales (Rodrigo, Guedes…), fruto del buen hacer de todo el equipo, mientras el año pasado se iban cayendo de las convocatorias de sus seleccionadores. El grupo es solidario y competitivo. Gana donde hacía muchos años que no lo hacía (Real Sociedad) e incluso gana cuando el rival tiene más opciones (Athletic). La dinámica es muy positiva y eso hace que se sumen efectivos a la causa. Las rotaciones de Marcelino surgen su efecto puesto que el equipo no pierde potencial y los futbolistas van descansando.
Margen de mejora
No obstante, se podría decir que estamos en octubre y quedan muchos meses para que se decidan los resultados globales de la temporada. La razón para creer en positivo es que el Valencia tiene mucho margen de mejora. Según Marcelino, la adaptación ha ido más deprisa de lo que él creía. Sin embargo, como se vio ante el Athletic aún hay muchos aspectos por pulir. “No podemos conceder tantas ocasiones”, repitió el asturiano en rueda de prensa. “Nos faltó algo de fútbol, no tuvimos el balón”, también argumentó el preparador valencianista. Todos estos aspectos son los que trabajará Marcelino a partir de ahora, por lo que al margen de la buena trayectoria del grupo, hay mucho margen de mejora.
El matrimonio con la afición
Otra de las buenas nuevas que ha traído el comienzo de la temporada 2017-18 ha sido la comunión que existe en Mestalla entre la afición del Valencia y el equipo. Hay ganas de Valencia. Se está viendo en los partidos que se juegan en Mestalla y también en los desplazamientos (las entradas para el derbi del Valencia duraron horas). E incluso el club ha abierto una plataforma para reservar entradas para los partidos de fuera de casa. Pero lo más significativo ha sido la vuelta de la ‘Curva Nord’ a la animación. En el curso pasado, en Mestalla reinaba el silencio y los pitos. Ahora, el fondo ha vuelto a animar y contagia al resto del estadio. La buena labor de Mateo Alemany y su equipo durante este verano ha propiciado el cambio de actitud de la grada de animación, lo que redunda en el bien del equipo y los futbolistas.
Los rivales, dos partidos por semana
Otra de las ventajas que tiene el Valencia esta temporada es que no juega competición europea. Todos los rivales que lucharán con el Valencia por meterse en las seis primeras posiciones del campeonato disputan competición europea, bien Champions League o bien Europa League. Para estos equipos, aunque tengan grandes plantillas, las semanas se hacen complicadas, con viajes largos y partidos cada tres días. Esto hace que se puedan dejar puntos por el camino, algo que al Valencia no le sucederá puesto que, salvo en el mes de enero que se disputa el grueso de la Copa del Rey, las semanas del equipo de Marcelino serán limpias. Semanas largas para preparar los compromisos del fin de semana mientras los demás se baten el cobre por Europa. Esto ya sucedió en la campaña de Nuno, en la que el Valencia acabó cuarto y jugó la Champions League del siguiente curso.
Nunca estuvo tres temporadas seguidas fuera de Europa, desde la 1988-89
Si estas fueran pocas razones, acudiendo a la historia también encontramos otro motivo para soñar con Europa. Y es que el Valencia nunca ha estado fuera de Europa tres campañas seguidas desde hace casi 30 años. Si esta temporada no se clasificasen al menos para la Europa League, el Valencia estaría tres cursos seguidos sin jugar competición continental. Y eso no ha sucedido desde el final de la década de los 80, cuando el Valencia incluso descendió a Segunda División. Fueron 6 temporadas, desde la 1983-84 hasta la 1988-89, sin disputar ningún torneo europeo. Por medio, el descenso a Segunda y el consiguiente ascenso. Unos años de plomo para el Valencia que sirvieron para regenerar el club con jugadores de cantera. Si no se clasificara este curso entre los seis (siete) primeros se repetiría la historia 30 años después.